jueves, 31 de enero de 2019

AQUELLA NIÑA ÍNDIGO LLAMADA LOLA


Os voy a contar la historia de una niña llamada Miriam Doblas, a la que siempre le gustó la música y el baile. Aunque nació en Madrid, desde muy pequeñita vivió en Andalucía, tierra de la que se siente. Y ese quizá fue el primer paso de una transformación voluntaria, de una lucha para construirse a si misma y trabajar por lo que siempre quiso.
Miriam fue creciendo y bailando, bailando sin parar. En el instituto no era muy popular pero ella continuó su camino, no era cuestión de pararse por mediocres estandarizados por "el que dirán".
Bailó para grandes artistas y consiguio participar en el popular concurso televisivo "Fama" pero no le fue muy bien. Podría haber sido un buen momento para dejar de perseguir su sueño pero ella decidió continuar bailando, y cantando. En 2017 se presentó a "OT" rebautizada como Mimi pero su expulsión llegó a las primeras de cambio, nuevo golpe y a por el siguiente, ella no iba a rendirse. Lo que nadie sabía es que esta vez el golpe lo iba a dar ella. Se juntó con sus colegas de baile y creó un proyecto pop, trap, con rollito funky e impregnado de electrónica. Una propuesta que iba más allá de la música y aunaba estética, feminismo y baile, mucho baile. "Yo ya no quiero na", su primer single, reventó Youtube y Spotify. A partir de ahí "Mujer Bruja" y "Fuerte" apuntalan un éxito rotundo y un sueño cumplido. El sueño de aquella niña andaluza, ya hecha que mujer, que adoptó el nombre de Lola porque para ella simboliza en su imaginario el concepto de feminidad y no podía coger otro apellido que Índigo, fiel reflejo de su vida, la de una niña que va más allá de lo normal a base de creatividad. En realidad todo estaba claro, sólo había que mirar el color de su aura.


lunes, 28 de enero de 2019

SE REEDITA "LLUVIA, HIERRO Y ROCK & ROLL"


A mi vuelta a Bilbao me estoy encontrando cosas interesantes en la ciudad, una de ellas es la reedición del libro "Lluvia, Hierro y Rock & Roll". Resulta que hace unas semanas quería releer este título pero actualmente  mi biblioteca se encuentra despedazada y sus cientos de volúmenes descansan en diferentes ubicaciones aguardando su destino definitivo. No obstante, tengo una par de docenas de títulos, imprescindibles para mi, perfectamente localizados, o eso creía yo. El hecho es que no conseguí encontrar el texto escrito por Álvaro Heras-Gröh con el consiguiente cabreo que he de decir, poco me duró. Y es que, gracias a una publicación de Roberto Moso (a quien Álvaro me presentó hace años), me enteré que hace un par de meses se había publicado una nueva reedición, cosas del caprichoso destino. 
Se trata de una verdadera Enciclopedia que explica y documenta todo lo que se cuece en torno a la escena y la música popular del Gran Bilbao desde 1958 a 2008, especialmente en lo referente al rock. Bares, discotecas, salas de fiestas, guateques, grupos, bandas, músicos y estilos no escapan a la labor recopilatoria de Álvaro, que lleva a cabo una tarea ímproba con un resultado maravilloso. Para celebrar su décimo aniversario, el título regresa a las librerías con más datos y lo que me ha llamado la atención, muchas más fotos. 

En definitiva, "Lluvia, hierro y Rock & Roll" es un verdadero tesoro literario que describe y refleja a la perfección la relación de Bilbao con la música rock y de cuya conexión se deriva otras expresiones artísticas, políticas y sociales. Un tesoro que va directo a mi baúl para no perderlo nunca más.

jueves, 24 de enero de 2019

ROCÍO SAIZ, CON ELLA LLEGÓ LA REVOLUCIÓN

Imágen del Instagram @rocio_saiz

Ahora mismo si hay una persona hiperactiva y en pleno tsunami ceativo, esa es Rocío Saiz. Os invito a seguirla por sus redes sociales, rebosantes de inspiración para los no estandar y esperanza para los raros e incomprendidos porque, no te dejes engañar, somos muchos más de los que nos hacen creer.
Rocío es la cantante de Las Chillers, un grupo que da la vuelta a temazos discriminados tanto por el hipsterismo histérico como por lo políticamente correcto desde un punto en clave punk. Sus conciertos son pura apología del baile y el buen rollo, sin desechar la reivindicación desde la jarana y el "hazlo tu mismo" y "haz lo que te de la gana" ligado al hedonismo exacerbado y sin prejuicio.
Y es que ellas se atreven con todo, tan pronto te plantan un featuring con Las Koplowitz o te sacan un temazo propio como Siempre Juntas de cuya escucha en bucle es difícil escapar. Puro punkbakalao, antipostureo posmoderno y chenoismo ilustrado.
En esas estábamos, cuando la inquieta Rocío nos aparece en Ocho y medio en un actuación relámpago junto a Enrique F. Aparicio, había nacido Monterrosa, su proyecto electropop. Este mismo diciembre tuve la suerte de poder asistir a su primer concierto oficial y programado, fue en el COAM del barrio de Chueca. Temazos como Parálisis por Análisis y Me Manipulaste hicieron imposible que a las ocho de la tarde en un mercado navideño nadie pudiese parar de bailar. Esperando estoy, con ansia viva, el inminente disco que está a punto de ver la luz.
Y sí, la que hace fakes con su face de Arantxa de Benito, Guti o Brad Pitt es también DJ. A los platos lleva a cabo sesiones como las del último viernes del año en la sala Sol donde la totalidad de los presentes sucumbimos al baile con una play list tan identitaria y desprejuiciada, tan divertida y mestiza que la imposibilidad de pasarlo bien era totalmente nula.
Pero es que además ella organiza fiestas, reivindica los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBI porque ella, que es una revolución en si misma, está empeñada en hacer la revolución, pero no de cualquier manera, ella quiere hacer la revolución bailando. Yo me apunto.


miércoles, 23 de enero de 2019

ADRIÁN LOZANO, EL DJ DE MARIETA



Madrid no descansa y su fiesta es continua. En la ciudad, seguramente más divertida del mundo, las tardes de domingo cogen potencia por momentos y las siestas cada vez son más cortas. Innumerables son las propuestas vespertinas para exprimir la semana hasta el último minuto y comenzar la nueva por todo lo alto. El ambiente en La Latina, las fiestas del colectivo After Brunch o las sesiones de Marieta son tres buenos ejemplos de ello. En este último local, ubicado entre la calle Serrano y la Castellana, perteneciente al grupo Larrumba puedes comer y cenar estupendamente pero también bailar un domingo tarde-noche en una fiesta con muy buen rollo. Los relaciones públicas y los camareros son de 10 y el DJ de 11. Hacía tiempo que no me encontraba con una sesión tan divertida y bailable, sin grandes medios pero rebosante de lo fundamental, la actitud. En especial la actitud del DJ. Su selección musical, su forma de dirigir el set, como interactuaba, su presencia... El susodicho es Adrián Lozano, un joven que lleva ya unos cuantos años en esto de la música y es residente en el prestigioso festival Starlite, Teatro Barceló, Liberty y eventos y fiestas varias del grupo Larrumba. El pincha en cuestión maneja su imagen de manera fenomenal y desprende rollo, su Instagram es prueba de ello y tiene enamorado al publico madrileño, en especial a la alta sociedad de la capital. Victoria Federica, la sobrina del Rey, se pirra por él pero en Marieta la puerta es democrática y en la pista no hay modos pijos. Allí suena electrónica, electrolatino e incluso salsa. Y es que Adri se atreve incluso con Celia Cruz. Zipi, como le llaman, reparte pegatinas del personaje del cómic mientras no para de sonreír y hacer bailar a un público que se niega a regresar a la rutina.


jueves, 17 de enero de 2019

CUANDO EN LOS PUEBLOS DE BILBAO SE BAILABA


Si tienes menos de 35 años puede que este artículo te suene a ciencia-ficción o a leyenda asentada en un imaginario adulterado por el paso del tiempo y la nostalgia pero nada más lejos de la realidad. Cuando yo era pequeñito, en plenos años 80, me fascinaba ver a cuadrillas y cuadrillas de jóvenes yendo de los barrios de Santutxu, Txurdinaga, Bolueta y Otxarkoaga al vecino municipio de Basauri. Una localidad de unos 50.000 habitantes, de caracter urbano y que limita urbanísticamente, la ría y una fábrica metalúrgica de por medio, con Bilbao. 
Trenes y buses iban repletos de personas con ganas de fiesta y baile, tantos eran que la mayoría optaban por caminar para acercarse a las dos discotecas, Peoples y Kaiser, y las decenas de bares y pubes que se ubicaban tan cerca de mi casa. Desconocía que podía pasar allí para semejante alboroto y jarana pero la imaginación se me disparaba por momentos. De repente, un día, apareció uno de aquellos antiguos buses amarillos de asientos de madera con un enorme cartel publicitario en su lateral con la palabra Peoples en aquella grafia tan original. Desde ese instante no vi el momento de poder penetrar en aquel templo de la diversión y jolgorio pero, para aquello, todavía tuvieron que pasar unos cuantos años. Hasta entonces y cada fin de semana Kaiser y Peoples rivalizaban por atraer clientela con musicón, fiestas de la espuma, estriptease integral masculino y femenino, concursos de camisetas mojadas, humoristas y sesiones interminables de DJ... O eso ponía en la entradas (lo de flyers vino mucho después) que me encontraba de vez en cuando en la calle. Y como podéis imaginar, mi imaginación desbordaba.
La primera vez que salí de fiesta por Basauri fue un sueño cumplido. Sus calles y plazas rebosaban gentío, sus bares ni te cuento. Cuando no había ni botellón, aquí eramos de "litros" en verano y "Kinito" el resto del año, la gente acudía a antros como La Perdiz, Jalisco, Las Torres, Dubi, Snoopy y un sinfin de garitos cuyos letreros ha terminado por sucumbir en el olvido. 
La cosa es que Basauri era sólo uno de las muchas zonas de marcha en Vizcaya. Las Arenas y su sala Donato, Algorta con epicentro en Gwendoline, Zalla y su Pecados, Llodio y Gacela, Mungia y Circuito, Barakaldo y Anaconda o Santurce y Galos reventaban tardes y noches juveniles. En sus calles, por las que era imposible transitar, se agolpaban cientos de personas cambiando de local, haciendo cola o tomando el aire porque, ahora que hay limitación de aforo los sitios están vacíos y entonces bailábamos, en muchas ocasiones, como sardinas en lata. 
Con los cambios de costumbres, el envejecimiento de la población y el encarecimiento del ocio nocturno la cosa cambió y se inició el desmoronamiento de los fines de semana a todo trapo y la paz y aburrimiento llegó a los hoy vacíos pueblos de Bilbao.

lunes, 14 de enero de 2019

PRESENTACIÓN EN BILBAO DEL DOCUMENTAL CIUDADANO FERNANDO GALLEGO: BAILA O MUERE



Tirado sobre mi cama mirando de manera automática y aburrida publicación tras publicación en redes sociales, visionando fakes, memes y mandangas varias carentes de interés apareció, con retraso y sin esperanza, mi regalo de Reyes. Resulta que el club Vocoder celebraba su quinto aniversario y para ello WLDV había organizado la presentación del documental Ciudadano Fernando Gallego: Baila o Muere en la sala Ambigú de Bilbao. El bar se quedó pequeño para acoger tanto devoto maquinero y curioso de una época, una escena y un personaje excesivamente vilipendiado y cuya reivindicación era necesaria y hasta higiénica para documentar un fenómeno y hacer justicia a la ciudad de Barcelona. Estábamos citados a las 18.30 y el color negro imperaba en las vestimentas, vestigios del bakalao más oscuro, la EBM, lo industrial y el techno. 
En primer lugar hubo una breve presentación por parte de sus creadores, Alex Salgado y Jorge Rodríguez, donde hablaron del largo pero enriquecedor proceso creativo de más de 8 años y aprovecharon para reivindicar a todos aquellos que intentan crear cultura a través de documentales de carácter underground y las enormes trabas que se encuentran por el camino. Después llegó el turno del genio, Nando Dixkontrol, que al micro es como un torbellino imparable, como una ráfaga de metralleta que te llega al corazón, te revuelve las entrañas y cortocircuita los sesos. Tras arengar a los presentes hizo una de las mejores definiciones de Bilbao que he oído: "es la ciudad de la lluvia, del hierro, del frío, del obrero que forja con su esfuerzo y es la residencia veraniega de cualquier Blade Runner"
A partir de ahí, títulos de crédito y casi dos horas de un trabajo enorme, una cinta que rebasa con mucho las mejores expectativas, una radiografía de una Barcelona canalla, festera y que no han podido enterrar en el olvido. Un beat sonoro y seco que estremece, y te encoge el corazón. Pero sobre todo es el retrato pincelado fielmente de quien llevó el bakalao a Cataluña, de quien creo la música makina, del militante acérrimo de la pista de baile. Es muy difícil encontrarse con una persona tan auténtica, tan excesiva, tan libre... Pero de una complejidad elevada es también conseguir dejarlo documentado de una manera tan precisa. Por eso, gracias a Álex, a Jorge y a Nando. Gracias por ese pedazo trabajo y gracias por hacer de la tarde del viernes uno de los mejores regalos de Reyes Magos que recuerde. ¡Baila o Muere!

martes, 8 de enero de 2019

ELLOS NO CREEN EN LA MOVIDA MADRILEÑA


La Movida madrileña ha sido punto de encuentro, de concordia, de consenso, de unanimidad. Un fenómeno propenso al "yo estuve allí", el orgullo patrio y la reivindicación permanente y transversal. Una historia sin oposición, ni crítica. Una carencia de opiniones disidentes del discurso oficial y una verdad absoluta que se  deslizaba por el peligroso camino del pensamiento único. Y hablo en pasado porque hay quien ahora clama que bajo esa gruesa capa de purpurina y colorinche se esconde una mierda bien gorda.
Una kaka, no de lujo precisamente, donde la sofisticación en realidad era plagio y la trasgresión una mera apariencia inocua de los amantes y defensores a ultranza del stablishment.
Y yo, escribiendo este artículo me siento contrariado porque no hay nada que me guste más que la Movida, bueno sí, leer todo lo que cae en mis manos sobre ella. Y claro, hasta ahora eran textos que agrandaban la leyenda, que retroalimentaban la percepción de una época dorada del pop español, de una modernidad mundial con epicentro en Madrid pero amigos y amigas nuevaoleros y moderneras, dos libros han acabado con el buenrollismo.
Primero fue José Luis Moreno-Ruiz, a través de su "La Movida Modernosa", él que se atrevió a salirse del guión y lanzar un misil literario contra lo que él entiende como una imbecilidad política. Un verdadero ajuste de cuentas para descubrir la parte más oscura entre tanta brillantina y desenmascarar un baile de disfraces donde el periodista participó desde dentro. Y es que Moreno-Ruiz trabajó en Radio 3, Ajoblanco e Interviú, viviendo y sobreviviendo a unos tiempos llenos de mediocridad, compadreo franquista y arribismo.
Menos duro en las formas y anécdotas pero igual de implacable en el fondo, Victor Lenore acaba de publicar "Espectros de la Movida", otro artefacto directo a desmontar uno de los mitos fundacionales del régimen del 78. Para este autor los años de la Movida, fueron tambien los de la censura, la amnesia política, el consumismo pop y la sumisión lasciva y sodomita ante una economía capitalista y neoliberal.
Dos contrapuntos para entender el fenómeno desde otro punto de vista y que nunca están de sobra para crear opiniones más formadas o simplemente rebatir desde otros planteamientos.