Desde este humilde blog simplemente quiero volver a expresar mi máximo agradecimiento a todos los que colaboraron en el proyecto y deciros que la única pretensión del mismo es dejar constancia de lo que fue la noche de Bilbao, contada desde quien la forjó, sus protagonistas.
Ciudad de
jardín, palacio, y titanio, así es el Bilbao del SXXI. La metamorfosis del
Botxo ha dejado atrás un pasado de estética gris e industrial para lucir como
nunca. El proceso conllevó la desaparición de algunas de sus señas de identidad
y así, banderas de orgullo botxero, como su noche, han sido plegadas en busca
de una reinvención donde el brillo, quizá, sea excesivo.
Tanta
pulcritud ha terminado por convertir a Bilbao en una urbe aséptica y apática
donde esa noche, otrora canalla y bulliciosa, agoniza inmersa en un silencio
atronador.
Los
noventa, años de consolidación del nuevo Bilbao, supusieron la última época
dorada de una vida nocturna agitada, reflejo de una sociedad vibrante y con
empuje.
Heredera
de los cabares, de las salas de fiesta, de los explosivos 80, la última década
del SXX abrazó la cultura de club y con la música electrónica como banda sonora
supuso el chispazo final de una noche única, la bilbaina, donde, arropada por
el manto del tsirimiri, la luna presenció enmudecida las mil y una historias
que conforman su leyenda. Una leyenda contada a continuación por quien la
forjó, sus protagonistas.
El documental demuestra de una forma amable y certera las diferencias del Bilbao festero de antes a lo que te encuentras ahora mismo. Construir sitios de refencia cuesta pero con iniciativas originales puede ser posible, buscar alternativas y que estas sean compatibles para cualquier tipo de clientes. Gracias por el blog.
ResponderEliminarRitxar, de acuerdo al 100% contigo y gracias a ti por seguir el blog.
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