MENOS QUEJARSE Y MÁS BAILAR

Mucha gente se queja del monopolio sónico en los altavoces vizcaínos. Muchos se presentan en blogs, facebooks y webs como sufridores de la actual corriente discotequera basada en el culto al cuerpo, los concursantes de realitys telecinqueros, la techno-cumbia y cierto toque choni-chic. Pese a todo hay una minoría que se rebela a todo esto desde el snobismo y el underground  de salón, son los modernos del siglo XXI (tan antiguos como sus predecesores, creo que los primeros datan del franquismo tardío) Y luego están los que se quejan por quejar, los quejicas de toda la vida, vamos.

Pero mal que les pese, estamos en el momento que estamos.  Sí amigos, el momento de la Jenny, del Jonhy y sus idolatrados Jersey shore. El momento de Juan Magan, de la EDM, del perreo y de idolatrar a Cristiano Ronaldo. Y la escena bebe de la iconografía visual (tan alejada de la cultura de club), de esa Ibiza poligonera, de la disco music más popera y comercial. Y por mucho que tu blog y el mío sean lo más –apreciese la ironía- aquí la gente engulle Europa FM, Los 40 y  MTV.

¿Y por qué? Por qué la escena actual es esta. Porque ahora llenan Guetta y Paquirrín. Y sobre todo, porque ni Dios apoya iniciativas distintas a todo lo mencionado.

Mi postura es clara desde hace mucho tiempo, me gusta todo este rollo pero echo de menos y veo necesario otras cosas, alternativas nuevas, diferentes…

Pero entiendo que la dificultad es máxima porque la situación económica es la que es y si cuesta sacar adelante una sesión del neo-disco de mercadillo, cualquier otra cosa es casi imposible. ¡Así que menos quejarse y más bailar!