domingo, 22 de abril de 2018

EL MADRID OSCURO DE LOS 90


Cuando hablamos de música electrónica en la historia de España, siempre aparecen tres escenas: la valenciana, la barcelonesa y la ibicenca. Pero han habido otros momentos, otras ciudades y otros rollos muy interesantes, por ejemplo el circuito de locales EBM que se construyó en el Madrid de finales de los 80 y principios de los 90. Tras la pista, nunca mejor dicho, de esta movida me puso el asiduo de aquellas noches capitalinas, Oscar Storm. Por aquel entonces la Ruta del Bacalao era un secreto a voces para los clubbers de media Europa y Madrid quiso tener su réplica. Enterrada y amortizada aquello que se vino a llamar la Movida Madrileña, muchos comenzaron a sucumbir ante los sonidos oscuros de la dark wave y el rock gótico. La cosa se electrificó y la EBM se convirtió en la banda sonora de salas como Cambalache, Voltereta, Oh Madrid, Atticca, New World... En esta última actuó The Cult o Front 242 y su pincha no era otro que el gran Oscar Mulero. Los sonidos fueron evolucionando hacia el techno, trance o la maquina. El negro se apropió de la vestimenta de cientos de discotequeros en una escena dura con sonidos contundentes y drogas de diseño. La plaza de los Cubos se convirtió en centro neurálgico del movimiento aunque más tarde el club Voltereta se desplazó a Alcorcón. Fan del Kaos o Fangoria fueron también el resultado de una escena super rupturista y en la cual los afters eran esenciales para enlazar una sesión tras otra en fines de semana interminables y genuinos, los de aquel Madrid de los 90.