martes, 8 de mayo de 2018

EN DOS SEMANAS LLEGA HIRIAN A BILBAO

Estoy a punto del orgasmo con el festival que han montado la gente del BBK Live para dentro de dos fines de semana en Bilbao. La verdad es que no sabía si escribir este post para dar más publicidad a HIRIAN, el nombre del sarao que se desarrollará el día 26 (estoy seguro que para algunos se prolongará como una gran fiesta gitana) en el ajetreado barrio de San Francisco y aledaños.

Y es que voy a necesitar sitio para bailar una oferta ecléctica y actual tendente al desparrame y el jolgorio. Enhorabuena una vez más a los organizadores.



miércoles, 2 de mayo de 2018

LA PLATAFORMA COMO ELEMENTO CATALIZADOR EN LA PISTA DE BAILE


La cultura de club y la escena de las discotecas llevan presentes en el mundo, dependiendo de teorías varias y opiniones diversas, medio siglo como mínimo. Desde entonces personas de toda clase social, religión, edad y diversidad inimaginable han compartido pista de baile y quemado suela en ella. Y en ese punto me voy a detener en el artículo de hoy, en el calzado de los discotequeros, concretamente en el calzado de plataforma. La discoteca ha sido siempre un espacio de apertura mental y eso se ha reflejado en los estilismos, donde ropajes que en la calle se atribuyen a determinados colectivos, en las salas se intercambian, se fusionan e incluso se innova creando formas de vestir nuevas, y de calzar, que es a lo que voy. Y si algo ha aportado esta cultura al mundo es la plataforma, ese elemento que vale tanto para hombre como para mujer y que han sido las drag queen las que lo llevaron al campo de lo icónico y estratosférico. La plataforma te eleva, te proyecta , te encumbra, igual que la música de baile. Su origen se remonta al Japón de la Antiguedad, donde hombres y mujeres las utilizaban para no mancharse de lodo y barro, igual que los dancers lo hicieron después para no pringarse del aburrimiento, la uniformidad y lo usual. A lo largo de la historia fue un complemento propiedad de determinados grupos como las geishas, la aristocracia o emperadores como Napoleón que utilizaba unos zapatos de plataforma llamado chopines de 30 centímetros de altura. En el Siglo XX su uso se hace exclusivo de la mujer hasta que en la década de los 70, los hombres las hacen suyas también en la pista de baile y macarras de medio mundo copian el estilismo de Tony Manero, sin prejuicio alguno, seguramente el primer paso de la metrosexualidad y la asunción de otras formas de vestir por hombres heterosexuales. Eran los tiempos donde en las salas de fiesta se iba en camisa, bien ceñido y zapatos porque las playeras o calzado deportivo estaba prohibido y servía como veto para entrar al local. En los 80, superada la fiebre disco y con el acid house sonando a todo trapo, las normas se relajan y las playeras son cada vez más habituales en raves y clubs. Por cierto, Adidas acaba de sacar el modelo SS18 que rememora aquella época y es que la moda es siempre cíclica. Igual que sucedió en los años 90, cuando la plataforma regresó con toda su fuerza. Era el momento de las botas destroy y ART, con impresionantes plataformas, chapas de metal y hebillas. Bailar con ellas era hacerlo como un astronauta recién aterrizado en la luna, como queriéndote escapar de una gravedad que te atrapa.