miércoles, 2 de mayo de 2018
LA PLATAFORMA COMO ELEMENTO CATALIZADOR EN LA PISTA DE BAILE
La cultura de club
y la escena de las discotecas llevan presentes en el mundo,
dependiendo de teorías varias y opiniones diversas, medio siglo como
mínimo. Desde entonces personas de toda clase social, religión,
edad y diversidad inimaginable han compartido pista de baile y
quemado suela en ella. Y en ese punto me voy a detener en el artículo
de hoy, en el calzado de los discotequeros, concretamente en el
calzado de plataforma. La discoteca ha sido siempre un espacio de
apertura mental y eso se ha reflejado en los estilismos, donde
ropajes que en la calle se atribuyen a determinados colectivos, en
las salas se intercambian, se fusionan e incluso se innova creando
formas de vestir nuevas, y de calzar, que es a lo que voy. Y si algo
ha aportado esta cultura al mundo es la plataforma, ese elemento que
vale tanto para hombre como para mujer y que han sido las drag queen
las que lo llevaron al campo de lo icónico y estratosférico. La
plataforma te eleva, te proyecta , te encumbra, igual que la música
de baile. Su origen se remonta al Japón de la Antiguedad, donde
hombres y mujeres las utilizaban para no mancharse de lodo y barro,
igual que los dancers lo hicieron después para no pringarse del
aburrimiento, la uniformidad y lo usual. A lo largo de la historia
fue un complemento propiedad de determinados grupos como las geishas,
la aristocracia o emperadores como Napoleón que utilizaba unos
zapatos de plataforma llamado chopines de 30 centímetros de altura.
En el Siglo XX su uso se hace exclusivo de la mujer hasta que en la
década de los 70, los hombres las hacen suyas también en la pista
de baile y macarras de medio mundo copian el estilismo de Tony
Manero, sin prejuicio alguno, seguramente el primer paso de la
metrosexualidad y la asunción de otras formas de vestir por hombres
heterosexuales. Eran los tiempos donde en las salas de fiesta se iba
en camisa, bien ceñido y zapatos porque las playeras o calzado
deportivo estaba prohibido y servía como veto para entrar al local.
En los 80, superada la fiebre disco y con el acid house sonando a
todo trapo, las normas se relajan y las playeras son cada vez más
habituales en raves y clubs. Por cierto, Adidas acaba de sacar el
modelo SS18 que rememora aquella época y es que la moda es siempre
cíclica. Igual que sucedió en los años 90, cuando la plataforma
regresó con toda su fuerza. Era el momento de las botas destroy y
ART, con impresionantes plataformas, chapas de metal y hebillas.
Bailar con ellas era hacerlo como un astronauta recién aterrizado en
la luna, como queriéndote escapar de una gravedad que te atrapa.
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