lunes, 15 de abril de 2019

ENTREVISTA A ÁLVARO HERAS-GRÖH

Hoy os dejo el video con la  entrevista que pude realizar a Álvaro Heras-Gröh hace una par de semanas con motivo de la re-edición de su libro "Lluvia, hierro y rock&roll". Se trata de un documento imprescindible para los que amamos la música popular y las culturas y movimientos sociológicos asociados. 
Al grabarse en exterior y dado los medios de los que dispongo, el sonido no es muy bueno pero como ya sabéis, para mi lo importante es el fondo, el contenido y no la carcasa, las formas. Y en el caso de Álvaro, con su extensa cultura musical, es obligatorio publicar una entrevista donde hablamos, entre otras muchas cosas, del origen del rock en Bilbao, de las salas de fiesta de los 70, del punk, de la escena actual y por supuesto de su magnífico libro.

domingo, 14 de abril de 2019

JUAN SANTAMARÍA, EL DJ QUE FUNDÓ LA ESCUELA DE VALENCIA



Hace unos días nos dejaba el gran Juan Santamaría, pionero en eso de poner discos y militante acérrimo de la música, el baile y las discotecas. Inquieto desde muy joven, a los 21 años recaló en Ibiza. Antes había pasado por Francia, Granada, Benidorm y su lugar de nacimiento, Castellar, un pueblo que ahogaba sus expectativas y ganas de experimentar. El legendario Verano del Amor estaba todavía muy reciente y la isla abría sus puertas a la, cada vez más numerosa, colonia de hippies.  
Rápidamente se puso a trabajar en el Lola´s, una de las primeras discotecas del lugar y aunque la experiencia pitiusa le provocó una gran apertura mental, pronto regresó a la península, en concreto a Sitges, que por aquel entonces era uno de los centros neurálgicos de la fiesta, un equivalente a la Ibiza actual. Allí pinchó en la Galera y desgasto zapatilla en la recién inaugurada Pachá. Su jefe emigró a Holanda, donde tenía otra sala y Juan, ni corto ni perezoso, se unió a la aventura. Por el día limpiaba unas oficinas y al caer la noche se metía en la cabina. "Amsterdam era un tripi todo el día" relata Santamaría en el libro ¡Bacalao!.
Para el año 1972 había vuelto a España como el DJ residente de Cap3000, una de las discotecas más grandes y modernas de Europa. La década iba avanzando y la disco fever "in crescendo" aunque en España todavía se estilaba mucho la canción ligera y la música comercial. En 1977, el mismo año que estrenaron "Fiebre del Sábado Noche" se inauguraba en Valencia Oggi y Juan Santamaría revolucionó el panorama sónico. Comenzó a pinchar música blanca en un lugar donde macarras y putas eran habituales, igual que las rayas de coca. Juan lo recuerda como una época muy divertida, donde el club reventaba cada noche de la semana y se rompía la hegemonía de la música negra a base de temazos  punk, postpunk, de Bowie, de Lou Reed, de los Clash... el resto de deejays comenzaron a dejarse caer por allí para intentar ponerse al día y seguir la estela del que empezaba a ser considerado como un maestro.
El fin de la dictadura hizo que la juventud valenciana fuera despertando y las ganas de libertad y marcheta comenzaron a ser notorias. En 1980 se inauguró Chocolate y Juan Santamaría lo hace como discjockey. A sólo 200 metros de Barraca, con cuyo equipo también tenía mucha relación, se movió entre dos aguas. A primeras horas de la noche el público era más light y "pijo", a partir de las 3:00, cuando llegaba la marabunta de los pubs de Valencia que cerraban, el ambiente y la música se volvían más eclécticos, abiertos y extremos, ahí es cuando Juan disfrutaba de verdad. Después pasó por Metrópolis y Distrito 10, siempre intentando pinchar lo más novedoso, lo más aperturista aunque en muchos momentos no se entendiese ni por parte del público, ni de la dirección. Gracias a él, otros discjockeys inquietos e irreverentes, como Carlos Simó, se unieron a la insumisión y continuaron la valiente labor de pinchar música diferente, heterogénea y creadora de escenas particulares y de enorme interés. 
En 1983, Santamaría decidió iniciar su lucha en otro frente. Creó la primera tienda de discos de importación para DJs en Valencia y surtió de "lo último" a sus discípulos, eclecticismo vanguardista ajeno a todo y donde se mezcla rock, postpunk, synthpop y música electrónica. La Movida Valenciana es ya, en ese momento, una realidad y la Ruta del Bacalao estaba en ciernes, un fenómeno que sacudirá la cultura de club y hará de Valencia el epicentro del clubbing en media Europa. Y todo gracias a la influencia e inspiración del que siempre será un maestro y referente, Juan Santamaría, aquella persona que no cejó en su esfuerzo de ofrecer sesiones diferentes a lo que se presuponía que debía ser la música a escuchar en una discoteca. 

                       Imágenes encontradas en La Vanguardia y Vice


miércoles, 3 de abril de 2019

LADILLA RUSA REGRESA CON "KITT Y LOS COCHES DEL PASADO"

La espera fue larga pero ha merecido la pena. El último temazo de Ladilla Rusa, una especie de electrorumba con sorpresa continua, acumula ya casi 200.000 visitas en Youtube en menos de una semana. La que debería ser canción del verano, de este y de todos los veranos,  aúna elementos de idolatría obligatoria como el coche fantástico, las barriadas y la cultura quinqui. Casettes, colonia brumel, transformismo e imaginería de periferia se suceden a modo de orgasmo continuo en un videoclip que bien podría estar colgado en pornotube, puro hedonismo psicalíctico. José María, el protagonista de tal obra de arte, pide a KITT lo que cualquiera  le solicitaría en su lugar porque, en realidad, tiene ya de todo. Él  tiene mujer, dos hijas,  una perra sorda y un secreto que no pienso desvelar aquí porque produce tal retruecano que eleva a fantasía la historia que cuentan estás ladillas rusas con acento charnego. Dos cosas, visualizar el video hasta el último título de crédito y gritar conmigo... 
¡Viva Rusia! ¡Vivan sus ladillas!