miércoles, 3 de septiembre de 2025

MI SESIÓN BAILANDO CON ANYMA EN UNVRS

 


Este era un año importante para Ibiza porque a sus noches regresaba una de las salas estandarte de la isla con nuevo concepto y distinto nombre, el antiguo Privilege ahora es conocido en el mundo entero como UNVRS y recobra el trono de la discoteca más grande del planeta. Con capacidad para 10.000 personasel autodenominado como primer hiperclub del mundo aspira a abrir una nueva etapa en el ocio nocturno desde el pasado 30 de mayo, fecha de su inauguración. 

Un mes y medio después me acerqué por allí para vivir in situ esta nueva experiencia y lo hice en una de las residencias que más está dando que hablar, la de Anyma. 

La sala ha respetado la planta rectangular de su predecesora propuesta y parece mentira, pero una vez dentro sientes que sigues estando allí, en Privilege. Eso sí, un Privilege del siglo XXI. Acercándote a la entrada te encuentras un OVNI estrellado en el jardín mientras la gran cúpula ha sido reformulada.  

Al entrar lo haces en una enorme sala que esconde espacios adyacentes como pasillos con efectos luminosos, hamburguesería, terrazas a diferentes alturas y unos servicios cuya espera se hace amena por la pequeña sala que les antecede en donde hay una cabina con deejay 

Desde el primer momento sentí la sensación de llegar otra vez a Privilege para, desde allí, ser empujado por la fuerza de la música al futuro. Un futuro hecho presente en el que UNVRS no ha dudado en potenciar esa sensación a través de elemento futuristas, de cierta oscuridad tecnoindustrial y una estética basada en el universo, los ovnis, la tecnología y el hombre máquina. Toda una declaración de intenciones que va más allá y establece una idiosincrasia que entronca con la cultura de club más genuina. 

Los espectáculos visuales de aquella noche fueron impresionantes y basta echar un vistazo a las redes sociales para que te aparezcan de manera continua al haberse hecho virales durante el estío. 

Me gustó especialmente el hombre cuyos musculosos brazos se prolongan en cables luminosos y el ser de dimensiones gigantescas observa a la muchedumbre desde un ventanal acabar la sesión. Una sesión a la que vale la pena acudir para sentir la nueva escena clubbing de Ibiza. 

martes, 19 de agosto de 2025

EL TAMARISMO REGRESA 25 AÑOS DESPUÉS

 


Hace unas semanas se estrenó en Netflix la serie Superestaren la que se aborda, 25 años después de su explosión catódica, el fenómeno del Tamarismo. La serie, que coincide con la publicación de un documental añadido sobre la figura de la hoy conocida como Yurena, lleva la firma de Nacho Vigalondo y aunque pienso que el director ha encajado de una manera sublime su forma de contar las cosas con la esencia tamarista, el resultado final se aleja del gran público, resultando una obra de culto que, a priori puede no conectar, de alguna manera, con todos aquellos que se rieron del fenómeno y de sus frikis protagonistas sin llegar a darle la dimensión artística que se merecía. A costa de una mayor comercialidad, Vigalondo ha ido más allá, mucho más allá, del chiste y la caricatura, que también lo fue, a los estratos mucho más profundos de esta historia. 

Y es que explicar lo inexplicable resulta complicado porque aquello fue un esperpento que revolucionó el panorama mediático. Cada medianoche nos llegaba desde Marte las crónicas que nos narraban las peripecias de una pandilla de raros y marginados con vocación de alcanzar el estrellato sin ningún tipo de talento y arte para ello. Sardá le dio la vuelta, aplicó los parámetros warholianos y esa ineptitud fue precisamente aquello que los llevó a la máxima popularidad. La mayoría de la audiencia se reían de ellos, aunque en el fondo conectaban de alguna u otra manera con la desgracia de los personajes del Tamarismo aliviando la desdicha de su propia existencia con la calamidad profunda de Tamara y compañía. 

Paco Porras, Tony Genil, Arlequín, Leonardo Dantés, Loli Álvarez... le dieron una vuelta de tuerca a la telerrealidad a base de caspa, envidias, disputas y especialmente disparate, un sorprendente disparate catódico. Un coche dentro de la fuente de la Cibeles, la inauguración de una frutería en Vallecas, bolsazos a un payaso por Malasaña... la desgracia y el fatalismo eran sus señas de identidad. 

El Tamarismo se expandió más allá de sus iniciales fronteras marcianas y durante unos cuantos meses se encontraba en todos los espacios de actualidad, ya sea televisión, radio o prensa, focalizando la atención de los espacios del corazón, que dieron de lado a la aristocracia, los actores de Hollywood o los deportistas de élite para colocar en el Olimpo del salseo a esta pléyade de rarunos. “Pronto”, sin ir más lejos, la revista más vendida en España reservó varias páginas semanales para contar las andanzas tamaristas. 

Otra cuestión clave y que a mí me flipaba es la música como elemento motor de toda la historia donde las subtramas se sucedían sin ton ni son como una ráfaga de ametralladora. Es más, el asunto reventó la industria discográfica. El tema “No Cambié” se convirtió en el sencillo más vendido de la historia en nuestro país, pero la industria le dio injustamente la espalda y no lo consideró, aumentando la leyenda negra de Tamara, que tuvo que cambiarse de nombre artístico porque de él se apropió la otra Tamara, la buena que decían. 

Tras aquel flashazo kitch de principios de los 2000, Los Javis tuvieron la gran ocurrencia de rescatar la figura de Tamara, alejarla del chiste básico y darle enjundia, concepto que se diría hoy.  Algo que seguramente fue de lo que adoleció el Tamarismo en su día y que la industria del entretenimiento no supo ver. Aunque es probable que de haber sido así el Tamarismo no hubiese sido tal y como lo conocemos, tal y como nos gusta a los que disfrutamos con una historia que contaba la vida de una chica de Santurce que resultó ser más que una Superstar y supo superestar en un mundo donde todos, de alguna u otra manera, somos unos frikis. 

jueves, 14 de agosto de 2025

PINPILINPAUXA VUELA DE NUEVO

 


A punto de comenzar la Aste Nagusi de Bilbao, Pinpilinpauxa vuelve a deslumbrar antes de iniciar el vuelo y su programa compite con el oficial del Ayuntamiento en cuanto a interés de lo organizado. 

La Pinpi seguramente se haya convertido en el espacio más popular y diverso de las fiestas de Bilbao, el más conocido y reconocido, el más abierto y desprejuiciado. Su propuesta es un éxito que va más allá de su estelar escenario por donde hay pasado lo más granado de la fiesta, el jolgorio y el baile.  

Este año, una vez más, han acrecentado el FOMO de quienes no podemos estar todas las noches en el Arenal y amenazan con conciertazos como los de Rosa López, Las Fellini o Las Ketchup, entre otras artistas. Siempre pegadas a la actualidad y con la luz del candelero atrayendo a las mariposas, este año también se podrá disfrutar de Yurena cuando el Tamarismo ha regresado a primera plana y está en boca de todos a raíz de la publicación de la serie producida por Los Javis para Netflix. 

Después de muchos tiempo ideando para dar la jarana que Bilbao se merece, el impacto de esta konpartsa en el imaginario colectivo es brutal y no se puede limitar su éxito a sus, año tras año, esperadas actuaciones. El trashiego de nuestras mariposas provocan un buen rollo y gran ambiente allí por donde vuelan, ya sea en su txosna o fuera de ella, por ejemplo en el colorido y desenfadadopoteo travesti”. Un tortazo de alegría y fiesta a base de diversidad que recorre diferentes calles de la ciudad donde las pelucas de mil colores son agitadas por el viento botxero. 

Purpurina por aqui, kalimotxo por allá, lo que han creado desde Pinpilinpauxa es un oasis refrescante, paraíso ajeno a estos tiempos de conato y extremismos donde cabe de todo menos la intolerancia y quienes la promueven. Tenemos una gran suerte de contar en Bilbao con la Pinpi y desde aquí vaya este pequeño reconocimiento a su labor reivindicativa impulsada desde el buen humor y la fiesta. Gora Aste Nagusia eta gora la Pinpi! 

Fuente Imagen:RadioNervión
Fuente programa: Instagram Pinpilinpauxa