martes, 28 de mayo de 2013

EL CIERRE DE "THE IMAGE" O LA EVIDENCIA DEL DESCALABRO NOCTÁMBULO

Acabo de leer la noticia en "El Correo" y, la verdad, cierto escalofrío me ha sacudido el cuerpo. "The Image" cierra sus puertas. Así, a bocajarro y abriendo la edición digital del diario vasco más importante. Y no es para menos, la sala ha abanderado las noches vizcainas desde el ya lejano 1998. De las pioneras en eso del house y la pose, "Image" trajo una forma distinta de entender el ocio nocturno a las cercanías de un Bilbao cuyas otras macros escupian trance y hardance. Célebres fueron sus noches pero también unas tardes light que no lo eran tanto y en las que los beats se aceleraban hasta alcanzar aquella música que se llamó bumping.
Hoy, en plena crisis económica, la discoteca no aguanta y se ve obligada a cerrar. Hay quién dice que "Sonora" se esta llevando todo y es la culpable. La culpable ¿de qué?. "Sonora" alberga, en sus mejores noches, 2000 personas. Amigos y amigas, 2000 personas. Bilbao a las dos de la mañana de un viernes es un páramo desértico y triste que mantiene locales vacios por pura inercia y esfuerzo de quien se niega a aceptar que esto se acabe. Pero actualmente no hay público para todos y eso es algo evidente. ¿Y la culpa es de "Sonora"?¿la culpa es de la crisis económica? No amigos, no. La culpa es de una Administración que ha estado machacando y demonizando el ocio nocturno, de unos hosteleros que se han creido los reyes del mambo, de unos especuladores que han elevado el precio de los alquileres y ventas de locales hasta la indecencia y de un público que antepone, en tiempos de vacas flacas, irse de vacaciones en aviones sin gasolina a lugares cuanto más exóticos mejor para después, como buen paleto, fardar de no se sabe muy bien qué.
Y lo siento, quizá me estaré haciendo viejo pero no concibo una ciudad sin vida nocturna. Porque eso sería una urbe carcelaria y soporífera, casi fascistoide. ¿Son los tiempos modernos esos en los que nos aislamos en nuestras casas por miedo? Espero que no.
Yo de momento, este viernes he organizado una nueva fiesta Plastilina para rebelarme contra el desmantelamiento de nuestra noche. Os invito a venir a bailar, a ligar, a charlar, a beber... a divertirnos en definitiva por qué, quien sabe, cualquier día saldremos de trabajar a tomar algo y no habrá discoteca ni bar que abra más allá de las doce. Y entonces te preguntarás qué ha podido pasar. Pues que entre todos la mataron y ella sola se murió. Nuestra noche, maltrecha noche.


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