Aunque para muchos el fenómeno de la discoteca y la música disco empezarán con la película de "Fiebre del Sábado Noche" o para otros fuera un invento surgido en la década de los 70 de las minorías gay y negra de los Estados Unidos, la realidad es que hay que remontarse años atrás para conocer la brecha inicial de ambos conceptos.
Si tuviéramos una máquina del tiempo esta nos tendría que llevar a Francia, a los años 40 del siglo pasado. Allí surgió el termino discotheque como el lugar donde guardar (para escuchar y bailar) discos. Unos discos, por otra parte, prohibidos por el régimen nazi. Y es que Hitler prohibió y persiguió la música americana, esa creada por afroamericanos y diseminada por el mundo a través de los medios de comunicación judíos. En ese ambiente hostil y opresor donde los adolescentes no podían merodear por las calles cuando el sol se ponía, ni acudir a bailes más allá de las 21:00, surgieron los swing kids. Pertencían a las clases medias y altas y se oponían radicalmente a la uniformidad nazi. Bueno, en realidad no se tomaban nada en serio, salvo organizar fiestas clandestinas donde escuchar buena música swing. Este fenómeno se dio en varias ciudades alemanas como Viena, Praga y sobre todo, París, donde a los chicos se les conocía como los Zazous y escuchaban mucha música jazz.
Esas fiestas eran organizadas en casas particulares y en pequeños locales subterráneos, intentando pasar desapercibidos a la autoridad. A uno de estos locales parisino se le llamó la Discotheque y como en los demás se solicitaba para entrar una contraseña o identificación, Una vez dentro, sólo te quedaba bailar y beber hasta el amanecer, perteneciendo, sin saberlo, a lo que se puede denominar como proto-disco.
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