EL MIÉRCOLES ESTRENO LA ENTREVISTA HISTÓRICA A ALASKA

Alaska nació a los 14 años en Madrid, justo cuando la ciudad comenzaba a despertar y despojarse del blanco y negro para abrazar, de forma decidida, el multicolor. Su nombre real se quedó en olvido y dicen que tiene orígenes mejicanos y cubanos, estando claro que es hija de América.
David Bowie y Lily Munster son, a su manera, los progenitores de esta criatura que rápidamente formó parte de Kaka de Luxe, un engendro que aglutinó especímenes creadores de una movida de la que mucho se habló y muy pocos participaron.
En los 80 se hizo bruja y acompañada de los electroduendes, cada sábado por la mañana, jugó con una bola de cristal. En aquella década fue pegamoide y dinamariense, no se olvidó del punk pero bailó mucho pop y disco, hasta que, en un aparcamiento de Ibiza, descubrió el acid-house y antes de estrenar la última década del siglo, fundó Fangoria. El proyecto la enterró, junto a Nacho Canut ( el otro superviviente de la implacable selección natural ) en el underground más subterráneo aunque, ni de lejos, nunca dejó de estar presente en la memoria colectiva de este país.
A punto de estrenar siglo, se casó con una futura Nancy Rubia de larga melena morena y cuerpo esculpido en los estándares del infrapeso. Para entonces, su música volvía a ir conquistando las radio-formulas de manera paulatina. Con el tiempo recobró su protagonismo en el mundo catódico gracias a un docu-reality donde mostró su universo. Y es que Alaska no es sólo una cantante, una tertuliana, una autora, una escritora, una presentadora, un referente o un icono. Eso, lo han conseguido unos cuantos. Alaska es una estrella con mayúsculas, creadora de un mundo, el suyo, lleno de constelaciones, planetas y algún que otro satélite. Todos ellos girando alrededor de ella, como una supernova infinita que entiendo, merece ser protagonista de la primera entrevista histórica.