En la noche de ayer Madrid bullía, era miércoles pero daba igual, había planazo. Se presentaba en la sala Costello el
festival In Situ. Justo detrás de la siempre concurrida Gran Vía, la música en directo sonaba con fuerza en el sotano embovedado de un local con mucho rollo. Pintura rosa, neón y terciopelo rojo, qué mejor ropaje para vestir una cripta donde se reunió un público de lo más variopinto y diverso. Por el escenario pasaron Moses Rubin, El Buen Hijo y Bluestain. Al terminar el pequeño concierto, los asistentes subimos al piso de arriba para bailar el eclecticismo sónico servido por Pau Roca DJ, sí, el guitarrista de la Habitación Roja.
La verdad es que la fiesta me puso los dientes largos y me está haciendo remover agenda para acercarme el 23 y 24 de junio a Ambrona. La aldea soriana acogerá una nueva edición de un festival que está cogiendo mucha fuerza y en el que organizadores, colaboradores y grupos participan por amor al arte, sin ánimo de lucro y con un resultado más que divertido y muy, muy digno.
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