viernes, 3 de mayo de 2019

EL REGGAETON CONQUISTA IBIZA



Es definitivo, el reggaeton llegó a Ibiza para quedarse. Desde hace ya varios años, diferentes temas y fiestas se van colando en las sesiones y programación de los superclubs de la isla. Tras el impacto inicial y el correspondiente escándalo, la cosa parece que va a más. La Meca de la música electrónica sucumbe a los ritmos electrolatinos para desgracia de los más puristas de la pista de baile. Amnesia y Privilege fueron los primeros en sumarse a la "traición" pero el público es el que manda y mientras otras partys de techno y house no enganchan, las de Juan Magan o Gianluca Vacchi cuelgan el sold out. 
Tras el pasado verano donde comenzó a evidenciarse cierto agotamiento en la propuesta ibicenca, todo parece indicar que estamos ante el inicio de una nueva era en tierras pitiusas. Las discotecas, tras muchos intentos por evitarlo, se echan en brazos de los ritmos latinos y ya publicitan en sus webs fiestas de este género. Ushuaia, por ejemplo, nos propone la fiesta "Mucho" y lo hace "como pidiendo perdón". En su página explican que "la música latina ha crecido hasta convertirse en uno de los géneros principales de la música de baile mundial seduciendo a los más importantes sellos y artistas de todo el mundo. Surgida en el Caribe y en América Latina a finales de los años 90, se ha convertido en una fuerte corriente dentro del panorama musical actual y en las listas de éxitos. A medida que la clientela ibicenca se diversifica, también lo hace su oferta musical". Como diría alguno..."explicatio non petita accusatio manifesta". 
Por su parte, Pachá, aunque todavía no lo ha hecho público, se rumorea que tendrá también su noche reggaetonera este verano.
Y no seré yo quien demonice e infravalore este género pero me cuestiono si es Ibiza un lugar donde debe sonar también esta música tan comercial y mainstraim, la misma Ibiza del movimiento hippie, la misma Ibiza que catapultó el acid house, la Ibiza ubicada a la vanguardia de la música de baile, o quizás haya que asumir precisamente eso, que no sea la misma Ibiza. 




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