Me acaba de llegar la triste noticia del fallecimiento, ayer, de Jorge Cruz, el fundador y dueño de Spartacu´s. El empresario y su legendaria sala son prácticamente desconocidos en España, cuya mayor embajadora ha sido Alaska, clienta del local donde además grabó un videoclip en el 2006 para su proyecto musical Fangoria. El nombre completo del garito es Disco Club Spartacu´s Classic y constituye un referente del mundo de la noche en México, especialmente dentro del ambiente gay. Auténtico y bohemio, el antro lleva abierto desde 1984 en el municipio de Nezahualcoyotl, ofreciendo un espacio de libertad y diversión sin precedentes. Transformismo, baile, shows eróticos, una terraza romántica y cuartos oscuros llenos de sexo sin prejuicios hicieron de este sitio derivara en un lugar hipster que comenzó con ambiente arrabalero lleno de camioneros y obreros dando rienda suelta a su sexualidad.
Durante estos 36 años el camino no fue precisamente de rosas y Jorge Cruz tuvo que luchar contra los que veían a su discoteca como un sitio de perdición y desviados, contra los retrógrados y obtusos. Se llegaron a convocar varias manifestaciones para solicitar a las autoridades su clausura. Pero el episodio más peliagudo se produjo en octubre del 2019 cuando la noticia de la muerte de un cliente en el espectáculo de Wapayasos corrió como la pólvora por redes. Finalmente el asunto quedó como un rumor, una fake desmentida por la propia fiscalía confirmando que no hubo ningún fallecimiento.
Por su pista de baile han pasado multitud de rostros populares como Sergio Basañez, Lolita Cortés, Carlos Monsiváis y Paquita la del Barrio entre los muchos famosos que se han dejado embriagar por el ambiente de Spartacu´s.
Jorge fue un trabajador incansable según se recoge en el libro “Spartacu’s. Una historia con claroscuros” escrito por Lilia Zavalza Zambrano donde le describe como “un hombre trabajador, dedicado, atento y puntual. Desde pequeño se dejó seducir por la bohemia, la nostalgia y el deseo de vivir intensamente: ser feliz”.
Desde muy joven Jorge Cruz tuvo el sueño de abrir un centro de ocio para noctámbulos y bohemios con espectáculos sin igual. La chispa saltó cuando pasó junto a una antigua cantina cerrada de donde salía una música a todo volumen. Lo consiguió a base de tesón años después.
Spartacu´s ofreció todos los placeres de la noche a su clientela cada fin de semana, que acudía a esta discoteca, con pista de baile, espectáculo en vivo y bebidas que aflojan el cuerpo para entregarse a los ritmos bullangueros: salsa, cumbia, bachata... Las luces se encienden y por los altavoces una voz dice que el espectáculo dará inicio, señoras y señores, esto es el Spartacu’s, sus estrellas entre luces multicolores, humo, cuerpos a flor de piel, placer, frenesí, Eros liberado… Es el sueño del gran Jorge Cruz, su enorme legado.
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