I AM AN ALBATRAOZ O LA VENGANZA DEL BUMPING

Desconozco si esta primavera El Corte Inglés ha aumentado las ventas de sus productos pero lo que sí ha que ha conseguido es disparar la popularidad de AronChupa, deejay creador del tema I am Albrataoz. Sí, sí, me refiero a la cancioncilla esa pegadiza del anuncio de la tele donde una chica guapa comparte plano con bolas saltarinas. El hecho es que Aron Michael Ekberg, nombre real del pincha en cuestión, gozaba ya de las mieles del éxito en su Suecia natal y ha colado su hit en los primeros puestos de las listas dentro de suelo hispano. Algo que me resulta, por lo menos, curioso, por no decir sorprendente. Y es que el trabajo en cuestión puede enmarcarse en lo que se denomina bumping, un género denostado y repudiado por el ámbito comercial. Mezcla instrumentos de música clásica con los bombos y ritmos más agresivos del makineo, utiliza voz femenina, manipulada e infantiloide, usa giros y acelerones... ¿Y la letra? Cuenta la historia de una furcia que parece ser, dicen, folla por dinero, así tal cual, el bumping es lo que tiene, le sobran los eufemismos. Para mi es la venganza de todos esos makinetas y poligoneros. Es la conspiración de quien ha sido puesto de vándalo para arriba por bailar un tipo de música "hecha para drogadictos e ignorantes". Es una divertida venganza urdida por discotequeros que ven con pícara sonrisa a abuelos, niños y gente de orden tararear, sin freno alguno, I am an Albatraoz.