domingo, 2 de septiembre de 2018
BOCACCIO Y SU GAUCHE DIVINE, LA BOÎTE QUE REVOLUCIONÓ BARCELONA
Hubo un tiempo en el que Barcelona fue vanguardia y modernidad, la ciudad más europeísta de España y el lugar donde siempre pasaban cosas. Una de esas cosas fue la discoteca Bocaccio. Se inauguró el 13 de febrero de 1967, con 36 socios y a las órdenes de Oriol Regàs. Ubicada en el número 505 de la calle Montaner, tenía una decoración entre lo snob y lo decadente, casi rococó. Recibió el nombre como homenaje a Giovanni Bocaccio, escritor y humanista italiano admirado por Regàs y fue un centro de baile, divertimento y paritorio de lo que Joan Segarra bautizó como la Gauche Divine. Un grupo de intelectuales, artistas y empresarios pertenecientes a la alta burguesía catalana e inmersos en la progresía antifranquista. Un grupo de jóvenes de familias bien o muy bien que se sacudieron la caspa de un régimen autoritario para militar en la libertad o también, según se mire, unos hijos de papá con la vida resuelta jugando a ser revolucionarios. Sea como fuere este colectivo, semejante a su predecesor parisino, sirvió como revulsivo para cambiar costumbres arcaicas. Por ejemplo las chicas empezaron a bailar solas, algunas sin sujetador, también con minifalda, algo impensable hasta el momento. Se instauraba la libertad sexual y "estaba prohibido ser pesado, abstemio y conformista" según cuenta Jorge Herralde. Por allí pasaron, entre otros, Bofill, Serrat, Terence Moix, Gabriel Garcia Marquez, Julio Cortazar, Salvador Dalí, Samaranch o Rosa Regás.
Memorable y una de las causas embrionarias de lo que hoy es Ibiza fue la excursión que organizó Bocaccio para sus clientes más selectos hasta la entonces desconocida isla bajo la organización de un jovencísimo Carlos Martorell.
El éxito de la discoteca fue tal que se abrió una replica en Madrid en 1971 pero entre 1981 y 82, Regàs y sus socios vendieron ambas salas para embarcarse en nuevos proyectos como el Up&Down. Con la marcha de los promotores originarios se inicia una decadencia que termina con el cierre del Boccacio original en 1985 y el de Madrid en 1996, casi treinta años después de que sonará "Good Vibrations" de los Beach Boys como primer tema para abrir la boîte que revolucionó la noche barcelonesa.
FOTO 1 que abre el artículo:Teresa Gimpera retratada con el logo de Bocaccio tatuado en su piel por Xavier Miserachs. COLECCIÓN MACBA/ HEREDERAS DE XAVIER MISERACHS (vista en El Mundo)
FOTO 2 logo de Bocaccio recogido en el blog barcelofilía en su artículo de 21-03-2011 y que recomiendo leer.
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