En un momento donde predominaban los guateques y comenzaban a abrirse las primeras discotecas, a los hermanos Nieto (Pepe, batería del grupo Los Pekenikes y Miguel Ángel, periodista musical) se les ocurrió la brillante idea de programar música en directo con bandas muy influenciadas por los sonidos anglosajones cercanos al rock y que vinieron a llamar "Festivales de música moderna". Era algo muy parecido a lo que ya se hacía en otras grandes ciudades como en el London Palladium de la capital británica y el Olympia de París. La propuesta tuvo un enorme éxito y la juventud madrileña comenzó rápidamente a llenar cada domingo el antiguo Circo Price de la Plaza del Rey para bailar en directo a grupos como Micky y Los Tonys, Los Diamond Boys, con el gibraltareño Albert Hammond, Los Diablos Negros, Los Sonor, Los Estudiantes, Los Sirex, Los Mustang, Los Relampagos, Los Pekenikes, Los Continentales o Mike Ríos, entre otros.
Pero una vez más, el control de las autoridades amparado en la correspondiente campaña sensacionalista y alarmista de sus medios afines acabaron dilapidando un fenómeno más que interesante. En este caso fue el periódico "Pueblo" el que lideró un ataque directo a unas matinales llenas, según ellos, de desorden público. Se criminalizó el rock y el twist.
Aun así, la juventud siguió bailando, tocando y diviertiéndose, haciendo de estas matinales la semilla de lo que luego sería el pop y el rock en España.
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