Hay ocasiones en las que tengo dudas acerca del tema sobre el que escribir. Hoy lo tengo claro, hoy por ser hoy es necesario e indudable que el artículo de este blog tiene que versar sobre el temazo que se ha marcado Monterrosa. Rocío Saíz y Enrique F. Aparicio se han aliado con Pau Paredes para producir una canción con alma de himno y reflejarla en imágenes a través de un videoclip dirigido por Javier Giner.
El dúo continua fiel al electropop y lo despoja de su fama de vacuo para dotarle de la máxima reivindicación hasta ofrecernos una herramienta de lucha y baile a partes iguales con el fin de continuar esa revolución, en cuya militancia me encuentro y comparto desde sus orígenes, edificada sobre el pacifismo y la diversión. Una lucha cuyos misiles son canciones que se disparan desde la pista de baile como discursos valientes que plantan cara a la intolerancia y lo retrogrado.
Hoy, en pleno siglo XXI, Flores en el parking es un canto a la libertad y los derechos sociales, un alegato al color y la diversidad, a que cada persona sea como quiera ser ante la amenaza de un totalitarismo uniformizador que alquitrana y apesta.
Por todo ello, el compromiso continua siendo una de las señas de identidad de Monterrosa, un proyecto que nació hace poco más de un año en Madrid y cuya progresión ha sido meteórica en estos últimos meses. Un verano lleno de participaciones en distintos festivales, la publicación de un disco y la aparición de sus componentes en diferentes medios de amplia difusión dan fe de su corto pero fructífero recorrido. Un proyecto que crece y entusiasma con cada nuevo single y que nos empuja a escuchas en bucle con baile incluido sin perder de vista el mensaje.
Por eso hoy, tal y como aparece en los letreros de la calle de su videoclip, es un día para la esperanza y la alegría. Hoy es un día para celebrar el primer año de Monterrosa. Pero sobre todo, hoy es un día para continuar la revolución y lo haremos bailando vuestras canciones.
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