Este miércoles a las 21.00 estreno, en mi canal de Youtube de La Ruta, una entrevista a Pingüistar. Realizarla ha sido muy especial para mi porque es la primera que llevo a cabo desde que este maldito virus apareció como una especie de espada de Damocles. A tal brutal situación tenemos que añadir la colateral crisis económica y por si todo ello fuera poco, seguimos soportando estoicamente la falta de libertad derivada de una serie de normas adoptadas por los gobernantes para frenar la pandemia. Esto último ha hecho brotar otra epidemia, silenciada e infravalorada, la emocional. En los últimos 12 meses los casos de ansiedad y depresión se han disparado y las consultas de psiquiatría y psicología están a rebosar. Uno de esos privilegiados que acuden a ellas es quien aquí les escribe, y digo lo de privilegiado por poderme costear, con mucho esfuerzo, una terapia a la que no todo el mundo tiene acceso. A mitad de otoño mi cabeza y mi corazón no pudieron más y sin ser consciente del desfiladero por donde estaba cayendo, un trastorno de ansiedad me llevó a detener mi vida en seco.
Postrado en la cama, lleno de culpabilidad por "no tener nada" y empezando una posible depresión tuve que suspender mi cotidianeidad. Había sucumbido a la tristeza y el miedo, que me paralizaron.
La terapeuta a la que tan agradecido estoy, las personas cercanas que tan bien me han arropado y sobre todo, el esfuerzo de uno mismo, han conseguido que poco a poco vuelva a ser el que era. Sabedor de que el camino es largo y sólo se hace andando, intento, poco a poco, recuperar una parte de mi "yo vital", la de mi pasión por conocer y dar a conocer personas y personajes nacidos bajo una bola de espejos y que bajo mi punto de vista, me parecen estrellas.
Uno de ellos es Pingüistar, así que decidí solicitarle una entrevista, un rato de tertulia que pudiese ser grabado para luego compartirlo contigo. La vuelta al ruedo me suscitaba nerviosismo, mucho. Y es que de camino a la cita iba inquieto, más de la cuenta, como si fuera la primera vez, inseguro de mi regreso y en pleno proceso de "reparación emocional". Pero como quedarse en la cama no puede ser una opción, agarré la cámara y mi cuadernillo con las preguntas pertinentes para acercarme al Bar Modesto y disfrutar de lo que, a la postre, fue una maravillosa mañana.
Pingüistar se abrió en canal y nos contó su historia, inspiradora y diferente. La de un hombre que dejó de llorar para luchar por su sueño. Se remangó la camisa y comenzó de cero una carrera musical desde su humilde barrio llevándole, en unos meses, a actuar en la Puerta del Sol ante miles de personas en el Orgullo Gay más multitudinario.
Él es consciente de las dificultades pero sabe que su éxito verdadero está en el proceso, en vivir, pase lo que pase, su sueño. Y que le quiten lo bailado. Una actitud que transmite y que hizo de la mañana una entrevista muy especial. La primera, para mi, de una nueva etapa. Por eso se la quiero dedicar a todas las personas que están sufriendo una enfermedad o trastorno emocional, somos muchos y no nos tenemos que sentir avergonzados. Ánimo porque pronto nos veremos bailando.
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