Tras regentar Whisky a gogo en 1953 en el que ejerció como DJ eliminando la jukebox, implementando luces y la continuidad entre canciones, en 1957 decide abrir Chez Régine o lo que es lo mismo, el lugar de moda de la noche parisina. A partir de ahí comenzaría una carrera profesional que le llevaría a poseer 25 clubes con la marca Regine en tres continentes en ciudades como Montecarlo, Londres y Nueva York En esta última ciudad vivió en una suite del hotel Delmonico, mientras en los bajos del establecimiento abrió un nuevo club. Tal y como dijo Lagerferd ella “simplemente inventó el night clubbing”. Las fiestas temáticas, la inclusión de la figura del DJ o la estrategia comercial de una entrada a sus clubs muy restrictiva para generar deseo y exclusividad en su clientela. Este último elemento no condujo a un elitismo dentro de sus fiestas, todo lo contrario, ella fue una de las precursoras de favorecer la mezcla en la pista de baile, dos eran los únicos requisitos para estar allí: ser divertido y tener personalidad.
Regine siempre estuvo en contra del consumo de alcohol y las drogas, seguramente porque sabía de sus consecuencias al ver a su padre. Ella, la que bailó con todas las estrellas mundiales, la que más que una reina consideró anfitriona, tan moderna que odiaba la nostalgia y tan única que cada una de sus fiestas son los cumpleaños que nunca tuvo de niña.
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