PALOMA CHAMORRO, GRACIAS

Esta mañana, en el metro de camino al trabajo, el sobresalto me atacó al leer la noticia de la muerte de Paloma Chamorro. En un primer momento no lo acepté y tuve que contrastar la información en diferentes medios ante mi incredulidad de tan fatídico suceso. Paloma era para mi algo más que un referente, era un alma gemela en la manera de entender la cultura, el periodismo, la comunicación e incluso la vida. La inspiración que me provocaba no proviene de los años 80, al menos de manera consciente, porque sus programas me pillaron de muy crío. Fue mucho tiempo después, con la llegada de internet, cuando descubrí una forma de hacer las cosas muy parecida a la mía, lo que me provocó una reafirmación en mis postulados. Hoy, en la época dorada del postureo, las superficialidades y los superfluismos, su legado recobra un valor incalculable. Ella, libre y trasgresora, culta y educada, inteligente y rebelde, guerrillera cultural en una tele mogigata donde trajo la polémica y el multicolor abrió los ojos y los oidos de muchos ante una posmodernidad que apabullaba. Ayer Paloma Chamorro nos dejó pero sólo en parte y es que no se por qué hablo de ella en pasado, ya que su legado siempre perdurará y hablar en presente de las personas es no dejarlas morir nunca. Gracias Paloma por todo lo que nos enseñas cada día.