martes, 8 de enero de 2019

ELLOS NO CREEN EN LA MOVIDA MADRILEÑA


La Movida madrileña ha sido punto de encuentro, de concordia, de consenso, de unanimidad. Un fenómeno propenso al "yo estuve allí", el orgullo patrio y la reivindicación permanente y transversal. Una historia sin oposición, ni crítica. Una carencia de opiniones disidentes del discurso oficial y una verdad absoluta que se  deslizaba por el peligroso camino del pensamiento único. Y hablo en pasado porque hay quien ahora clama que bajo esa gruesa capa de purpurina y colorinche se esconde una mierda bien gorda.
Una kaka, no de lujo precisamente, donde la sofisticación en realidad era plagio y la trasgresión una mera apariencia inocua de los amantes y defensores a ultranza del stablishment.
Y yo, escribiendo este artículo me siento contrariado porque no hay nada que me guste más que la Movida, bueno sí, leer todo lo que cae en mis manos sobre ella. Y claro, hasta ahora eran textos que agrandaban la leyenda, que retroalimentaban la percepción de una época dorada del pop español, de una modernidad mundial con epicentro en Madrid pero amigos y amigas nuevaoleros y moderneras, dos libros han acabado con el buenrollismo.
Primero fue José Luis Moreno-Ruiz, a través de su "La Movida Modernosa", él que se atrevió a salirse del guión y lanzar un misil literario contra lo que él entiende como una imbecilidad política. Un verdadero ajuste de cuentas para descubrir la parte más oscura entre tanta brillantina y desenmascarar un baile de disfraces donde el periodista participó desde dentro. Y es que Moreno-Ruiz trabajó en Radio 3, Ajoblanco e Interviú, viviendo y sobreviviendo a unos tiempos llenos de mediocridad, compadreo franquista y arribismo.
Menos duro en las formas y anécdotas pero igual de implacable en el fondo, Victor Lenore acaba de publicar "Espectros de la Movida", otro artefacto directo a desmontar uno de los mitos fundacionales del régimen del 78. Para este autor los años de la Movida, fueron tambien los de la censura, la amnesia política, el consumismo pop y la sumisión lasciva y sodomita ante una economía capitalista y neoliberal.
Dos contrapuntos para entender el fenómeno desde otro punto de vista y que nunca están de sobra para crear opiniones más formadas o simplemente rebatir desde otros planteamientos.


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