jueves, 3 de septiembre de 2015
CHIMO BAYO REVIENTA LA SEMANA GRANDE DE BILBAO
Uno de los acontecimientos a los que no podía faltar este verano es al live de Chimo Bayo en la Pinpilinpauxa. Desde aquí, en primer lugar, mis felicitaciones a la Pinpi porque cada Aste Nagusia se supera y lo de este año, trayendo a Bayo, ha sido un total acierto. Un concierto que hubiese podido haber estado, perfectamente, en el programa "oficial" de fiestas y es que el Arenal se quedó pequeño para recibir al Rey de la música bacalao. Una multitud intergeneracional, donde primaban los que superaban ampliamente los 30, se agolpó la semana pasada para recibir al robot valenciano. Y este, curtido en mil batallas intergalácticas no se achantó. Desde que apareció entre la penumbra, con sus gafas luminosas y armadura interespacial, llevó a cabo una actuación cuya crónica bien puede ser la de un orgasmo de más de dos horas de duración.
Cantó, bailó, animó y pinchó auténticos temazos. Hits actuales retumbaron en los timpanos de los asistentes pero Chimo Bayo, fiel a sus principios sónicos, pincho joyas de la música makina y EBM. Para mi, bailar en pleno centro de Bilbao rodeado de centenares de personas a los Front 242 o el Maximizing The Audience de Wim Mertens fue insuperable .
El climax llegó cuando los fiesteros allí congregados saltaron al ritmo del Asi me gusta a mi o La Tía Enriqueta bajo la, ahora demodé, luz de estrobo.
Desde luego uno de los mejores conciertos de la recién terminada Semana Grande de Bilbao que sirve para reafirmar que Chimo Bayo no es ningún friki sino leyenda viva de la música popular en España.
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