TRIFULCA EN EL "AFTER DARK" DEL MUSEO GUGGENHEIM

Hace unos meses comentaba en este post la mala organización que suele haber en los actos que cubro. Son un clásico los retrasos, las malas caras, los "perdonavidas"… Y los responsables de tanta incompetencia, en mi opinión, no son ni los trabajadores ni los artistas sino los encargados de la organización o mejor dicho, de la desorganización. La última, como sabéis, me sucedió en las sesiones “After Dark” que celebran de forma conjunta el museo Guggenheim y la sala “Fever”. El despropósito era evidente y la coordinación nula, simplemente aquello fue una broma sin gracia para los que soltaron la pasta por una programación que nunca se cumplió. Aquella noche yo pedí explicaciones y se rieron de mi a la cara. La soberbia es así, que le vamos a hacer. La audiencia congregada en aquella ocasión fue paciente y pacífica pero la de este pasado viernes no tanto. Por lo visto y según informa “El Correo” hubo trifulca en el museo a causa de, una vez más,  la mala organización. Los vigilantes de la pinacoteca, estoy seguro que tan desinformados como el público,  tuvieron que controlar la ira de una parte de este. Por allí volaron vasos y algún que otro empujón pero por mucho que le pese al idiota de turno, no fue cuestión de drogadictos o poligoneros sino de la usura, la incompetencia y la soberbia de cuatro alelados.