viernes, 26 de febrero de 2021

SHINOVA HA LANZADO HOY SU NUEVO DISCO "LA BUENA SUERTE"

Tras varios adelantos, seis en total,  a modo de singles, hoy  Shinova ha lanzado su nuevo disco bajo el título La buena suerte. El trabajo se ha presentado  a través de una rueda de prensa on line. La producción, que ha corrido a cargo de Manuel Colmenero en los estudios Sonobox, ha potenciado los rasgos de la banda que eran necesarios para lograr una evolución musical. El resultado: un disco optimista que actúa como salida de emergencia.

El nuevo álbum de los vizcaínos está ya en todas las plataformas digitales y en formato físico. 

Las ganas de verles en directo no se van a hacer esperar, mañana tendrán su primer concierto en la sala Santana de Bilbao y tras pasar por Azpeitia, Alicante, Salamanca y Valladolid, finalmente llegará el turno de Madrid. En concreto será en el festival DCODE que se celebrará en la sala Riviera de la capital este próximo mes de mayo. La organización del evento, que lleva 10 años apostando por el talento de las mejores propuestas nacionales, ha querido ser parte de la presentación del nuevo trabajo de Shinova en Madrid. La banda ya pasó por los escenarios de DCODE en 2018, demostrando ante miles de espectadores los motivos por los que, hoy en día, son considerados como una referencia en el panorama musical de nuestro país.

+info: https://shinovarock.es/

 

miércoles, 24 de febrero de 2021

BALEARIC, EL LIBRO NECESARIO SOBRE EL CLUBBING DE IBIZA


 Ya lo hizo con ¡Bacalao! y la ruta valenciana y esta vez, acompañado de Christian Len, Luis Costa ha conseguido explicarnos, a través de su nuevo libro, la historia clubbing del otro gran circuito de discotecas por antonomasia, el de Ibiza.

Ambos firman Balearic, la historia oral donde los protagonistas cuentan de primera mano como se forjó y ha ido evolucionando la considerada meca de la música electrónica. Un libro que recoge las opiniones y aventuras de quienes han forjado la imagen y personalidad de una isla conocida a nivel planetario en este último medio siglo por su música, sus fiestas, sus playas, sus gentes y en especial la libertad que desde siempre ha emanado.

Se echa de menos algún que otro nombre propio hablando en primera persona que por un motivo y otro no tuvieron a bien, creo que de manera errónea, aparecer en este libro que clubbers, autóctonos y enamorados foráneos nos merecíamos que algún valiente se atreviera a escribirlo. De todas maneras, teniendo en cuenta la siempre respetable la posición de cada uno, como dice sus propios autores "los que tenían que estar están".

La obra te transporta a los veranos a orillas del Mediterráneo y ese olor a mar y pino. A las calas de agua transparente y la mejor luz del mundo. Las Pitiusas fueron disfrutadas por fenicios, cartaginenses, romanos y árabes hasta caer en el olvido y la pobreza absoluta. A principios del siglo XX algún artista de buen vivir se estableció allí como reclamo para atraer a sus musas y ya desde mitad de siglo, beatniks primero y hippies después encontraron en la isla blanca el paraíso donde escapar de la guerra y los convencionalismos. Es el inicio de una historia que parece no tener fin y que por mucho que se empeñen en decir que "Ibiza esta acabada porque esto ya no es lo que era", millones de personas acuden a sentir su magia cada estío reinventándose con el paso del tiempo como una tuerca que siempre consigue dar una vuelta más. 

Ibiza ha dado para escribir ríos de tinta  y horas de reportajes y trabajos audiovisuales pero siempre excesivamente sesgados, parcelando momentos, lugares o personajes. Con Balearic, sus autores, han logrado el libro que Ibiza se merecía, conectando aristas y transmitiendo en cada página ese espíritu de la isla, esa magia de la que tanto se habla en este libro y que comienza con la propia leyenda que da nombre a la isla en la que el norte y sur se enfrentaron en una guerra que no se llegó a producir porque sus contendientes acabaron bailando en el campo de batalla, olvidando las causas que les llevaron allí. A partir de entonces ocurrieron cosas maravillosas que no puedes dejar de leer.



domingo, 21 de febrero de 2021

HISTORIA DE SCORPIA, CENTRAL DEL SONIDO

Hoy os traigo el vídeo donde cuento la historia de una de las discotecas más importantes de la historia del clubbing, Scorpia. 

lunes, 15 de febrero de 2021

HA FALLECIDO JORGE CRUZ, CREADOR DEL SPARTACU´S


Me acaba de llegar la triste noticia del fallecimiento, ayer, de Jorge Cruz, el fundador y dueño de Spartacu´s. El empresario y su legendaria sala son prácticamente desconocidos en España, cuya mayor embajadora ha sido Alaska, clienta del local donde además grabó un videoclip en el 2006 para su proyecto musical Fangoria. El nombre completo del garito es Disco Club Spartacu´s Classic y constituye un referente del mundo de la noche en México, especialmente dentro del ambiente gay. Auténtico y bohemio, el antro lleva abierto desde 1984 en el municipio de Nezahualcoyotl, ofreciendo un espacio de libertad y diversión sin precedentes. Transformismo, baile, shows eróticos, una terraza romántica y cuartos oscuros llenos de sexo sin prejuicios hicieron de este sitio derivara en un lugar hipster que comenzó con ambiente arrabalero lleno de camioneros y obreros dando rienda suelta a su sexualidad.

Durante estos 36 años el camino no fue precisamente de rosas y Jorge Cruz tuvo que luchar contra los que veían a su discoteca como un sitio de perdición y desviados, contra los retrógrados y obtusos. Se llegaron a convocar varias manifestaciones para solicitar a las autoridades su clausura. Pero el episodio más peliagudo se produjo en octubre del 2019 cuando la noticia de la muerte de un cliente en el espectáculo de Wapayasos corrió como la pólvora por redes. Finalmente el asunto quedó como un rumor, una fake desmentida por la propia fiscalía confirmando que no hubo ningún fallecimiento.

Por su pista de baile han pasado multitud de rostros populares como Sergio Basañez, Lolita Cortés, Carlos Monsiváis y Paquita la del Barrio entre los muchos famosos que se han dejado embriagar por el ambiente de Spartacu´s. 

Jorge fue un trabajador incansable según se recoge en el libro “Spartacu’s. Una historia con claroscuros” escrito por Lilia Zavalza Zambrano donde le describe como “un hombre trabajador, dedicado, atento y puntual. Desde pequeño se dejó seducir por la bohemia, la nostalgia y el deseo de vivir intensamente: ser feliz”.

Desde muy joven Jorge Cruz tuvo el sueño de abrir un centro de ocio para noctámbulos y bohemios con espectáculos sin igual. La chispa saltó cuando pasó junto a una antigua cantina cerrada de donde salía una música a todo volumen. Lo consiguió a base de tesón años después.

Spartacu´s ofreció todos los placeres de la noche a su clientela cada fin de semana, que acudía a esta discoteca, con pista de baile, espectáculo en vivo y bebidas que aflojan el cuerpo para entregarse a los ritmos bullangueros: salsa, cumbia, bachata... Las luces se encienden y por los altavoces una voz dice que el espectáculo dará inicio, señoras y señores, esto es el Spartacu’s, sus estrellas entre luces multicolores, humo, cuerpos a flor de piel, placer, frenesí, Eros liberado… Es el sueño del gran Jorge Cruz, su enorme legado.



domingo, 14 de febrero de 2021

NACHO CANUT, EL REVERSO DESCONOCIDO DE FANGORIA


Si Fangoria fuera la luna, símil que le viene acorde a sus reminiscencias góticas, Nacho Canut sería su cara oculta. Y es que, desde que se unieran una mañana de Rastro en Madrid a finales de los años 70, Alaska siempre asumió la parte más mediática del proyecto. Ella aceptó ser la relaciones públicas de lo que derivó, con el tiempo, en una pareja artística. Tuvo que pasar más de 10 años de selección natural, como ellos dicen, para llegar a fundar Fangoria o lo que es lo mismo, ser el dúo más prolífico e influyente del pop español. Ella siempre fue la parte más dulce, más serena y simpática que siempre describía a Nacho, con sus propias palabras, como una especie de cactus del que te puedes llevar unos buenos pinchazos en caso de acercarte. Con el tiempo, dos que tocan la misma canción se vuelven de la misma condición, sus caracteres se han ido mimetizando, siendo actualmente Canut mucho más abierto y padeciendo Olvido cierta misantropía. Por eso el chico punk, rebelde y callado de los 80 se ha ido soltando progresivamente en las entrevistas a la hora de compartir inquietudes y reflexiones que, por desgracia, han coincidido en el tiempo con la dictadura del click o lo políticamente correcto, algo que no va para nada con este valenciano que se crió en Madrid.

Robot de corazón y humano en apariencia, nunca tuvo que salir de un armario porque jamás estuvo metido en él aunque tampoco nunca fue abanderado de nada porque su forma de ver el mundo funciona de otra manera, alejada de caudillos y líderes de hojalata. Por eso, su única militancia ha sido la del sentido común que tan poco común nos resulta. Fundó Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides, Parálisis Permanente, los Vegetales, Dinarama y los Intronautas, casi nada. 

Cuando en 1984 publicaron "Deseo Carnal" y le entregaron la Visa Oro se sintió rico pero no cómodo entre una élite popera patria con la que poco tenía que ver, así que en 1989 abrazó la electrónica y fundó Fangoria con su inseparable Alaska para caer en el más profundo de los underground, sin discográfica y viviendo de lo que ganaba como discjockey los fines de semana. Y es que Nacho ejerce de "pincha" desde los años 90 con pseudónimos como Mr. Canut o Calígula 2000. 

Componer "Bailando" o "A quién le importa" le eleva, por merito propio, a la aristócrata del hit patrio pero su incombustible inquietud y creatividad le ha llevado mucho más allá. Nacho Canut también ha escrito artículos, llevado a cabo exposiciones, ha publicado un libro con sus originales fotografías y ha producido discos bajo el sobrenombre de Jet7. Él considera que lo ha hecho por aburrimiento y no se tiene así mismo como músico, articulista, productor o fotógrafo. Sencillamente ha tratado de construir un mundo, el suyo, ajeno pero integrado en una sociedad que en más de una ocasión aborrece y que con los años ha aprendido a tolerar o, al menos, a relativizar.

Nacho Canut, es una persona a reivindicar pese a que a él seguramente no le gustará porque en el fondo sigue siendo ese adolescente irreverente y punk, feliz en la discreción que te proporciona el segundo plano. Por eso quiero acabar este artículo con una anécdota que ilustra su grandeza. A lo largo de su carrera nunca se atrevió a pedir un selfie y cuando lo hizo ya de mayor, se lo solicitó a C. Tangana. Antón, en ese instante, no supo quién era y le sucedió algo parecido a aquello que contaban los Pet Shop Boys de no ser reconocido en una alfombra roja. Se cerraba el círculo para ser un verdadero elemento pop. 



martes, 9 de febrero de 2021

¿COMENZÓ EL ABURRIMIENTO EN LOS 90?



Hace un par de días se montaba un pequeño salseo de los muchos que se prodigan en, un a diario enojado, Twitter. En este caso, la polémica surgió por este artículo de Hector G. Barnés en el que aseguraba que los 90 fueron unos años aburridos y una vez superada la pandemia es precisamente ese sopor el que nos espera y no un remake de los felices años veinte del siglo pasado, tal y como muchos defienden. El hecho es que el interesante texto me hizo pensar más allá del argumento central del mismo e intentar comprender cómo alguien puede considerar los 90 aburridos. Y es que esos fueron los años de mi efervescente adolescencia, la popularización de la Ruta del Bacalao, el grunge, la fiebre por el eurodance y la explosión poliédrica de la música electrónica en infinitos estilos y géneros en una época donde las redes sociales y el hiperpostureo eran ciencia ficción.

Pero recapacitando y leyendo la argumentación del articulista, he de reconocer estar de acuerdo con él en una gran parte de su disertación. Que la última década del siglo fue un aburrimiento es, para mi, una hipérbole para llamar la atención de lo que sí pienso que comenzó a suceder por aquel entonces, el inicio de un cambio de costumbres en la sociedad española que ya se venía arrastrando desde los últimos compases de los 80 y formaba parte de una idea proveniente de otra sociedad, la del consumismo individualista de los Estados Unidos. Allí los 80 fueron los años de la televisión por cable, los grandes centros comerciales, el servicio de comida a domicilio y los equipos de entretenimiento en tu casa. Ya no hacia falta salir de tu hogar para nada, tras unos agitados 70, la era Reagan defendía y anhelaba el conservadurismo y la vida familiar. Videojuegos, equipos de música HI-FI, el PPV, las pantallas de televisión con enorme calidad o el VHS, entre otras muchas cosas, hicieron que salir al teatro, la discoteca o el restaurante fuese cada vez más innecesario.

El asunto llegó a España, como todo, de manera tardía pero llegó. En una cultura tan latina como la nuestra, callejera y jaranera, necesitó de mayor tiempo para calar pero el capitalismo se vende tan bien que acabamos por comprar la moto. Antes la plaza y el bar eran dos espacios esenciales para la socialización, aquí la casa es raro que se nos pudiera caer encima. Y además era algo intergeneracional porque las discotecas y salas de fiesta, por ejemplo, eran sitios que podían ser compartidos por personas de todas las edades sin prejuicio alguno. A partir de los 90 la cosa cambió lentamente y se asoció la calle, el bar y la discoteca con la juventud. Si tenías cierta edad no eran sitios para ti, a no ser que fueras un perdedor sin poder adquisitivo para tener un hogar lleno de artilugios que te entretengan de una manera segura. Con el nuevo milenio, la maquinaria capitalista ideó nuevas "necesidades" para hacer que los individuos seamos más productivos con el fin de ser, a su vez, más consumistas. Con los atentados del 11-S y la aparición de las redes sociales, la seguridad y el culto al cuerpo se convirtieron en nuestra obsesión. Y si Lou Reed o Sid Vicious idealizaron los cuerpos famélicos e insanos, David Guetta o Maluma apuestan por defender el gimnasio, el cuerpo musculado y la tez morena sin rastro de ojeras.

Los jóvenes compraron la nueva vida capitalista y rechazaron las drogas, el alcohol y el tabaco, incluso los fines de semana de trasnoche. La socialización se lleva a cabo a través de la pantalla y el poco dinero que tienen se lo gastan en viajes lowcost, ropa lowcost, mierdas lowcost y gadgets electrónicos que les consigan filtrar su vida en imágenes llenas de vacío compartidas a través de las redes.

Y así, en el 2020, las pistas de baile son lugares considerados, cada vez más, como espacios marginales, como para esa gente que no comulga con los tótems modernos y actuales de la seguridad  y la imagen. Un proceso que el coronavirus no ha hecho más que acelerar para globalizar una forma de vivir, para mi, más soporífera y deshumanizada. Ahora ya no es tiempo de pasarlo bien sino de parecerlo y compartirlo. Y eso es muy aburrido. 




lunes, 8 de febrero de 2021

EL CABARET VUELVE A BIZKAIA

Con la hostelería cerrada a cal y canto en Bizkaia y las pistas de baile vacías, este mes de enero se nos ha hecho mas cuesta arriba que nunca. Tenemos ganas de risas y diversión, por eso os traigo un par de propuestas para disfrutar las próximas semanas del mejor cabaret autóctono, cerquita de casa, con todas las garantías "free COVID" y a un precio más que razonable.

Este mismo domingo, día de San Valentín, Asier Bilbao llegará con Iria Mey e Iñaki Bustamante al escenario del Social Antzokia de Basauri para llenar el teatro de humor, música y lentejuelas en una propuesta cabaretera que ha hecho brillar las noches de Bilbao desde hace más de 25 años desde su ya legendario pub Key.

Y precisamente en la capital vizcaína, concretamente en la sala Bilborock, los días 19 y 20 el showman volverá a la carga con su humor más acido e irreverente acompañado, esta vez, de un elenco de artistas entre los que se encuentran Las Fellini y Yogurinha Borova en lo que serán, estoy seguro, dos tardes llenas de brillo, plataformas y muchas risas con el mejor transformismo. 



jueves, 4 de febrero de 2021

"CACHITOS DE HIERRO Y CROMO" CUMPLE 100 PROGRAMAS


Esta semana uno de los pocos espacios musicales, a nivel nacional desconozco si hay alguno más, ha cumplido 100 emisiones y lo ha celebrado con un metaprograma a modo de homenaje para si mimo y para sus predecesores que han configurado un archivo infinito del que tan maravillosamente se sirven. Parece que fue ayer cuando me hablaron por primera vez de un invento surgido en la 2 de TVE donde se podía disfrutar de trocitos sónicos de nuestra historia musical, sin ningún tipo de prejuicio y ligados a un tema en concreto que semana tras semana nos iba sorprendiendo en cuanto a originalidad y atrevimiento.

Más allá de formatos como "La Voz", "OT" y similares, nuestros pedacitos centenarios entroncaron con la forma de entender la música desde otro prisma, más musiquero y melómano, sin tanto show o puesta en escena. Todo ello, con permiso de las entradillas de Virginia Díaz, eso sí que ya es historia de nuestra televisión.

Y así con cada programa, la propuesta se fue haciendo más famosa y reconocida por público y crítica. Sus subtítulos son ya como piedras preciosas incrustadas en el hierro y cromo, dando brillo y haciendo leer a un público cada vez más habituado a dejar de hacerlo. Además, su influencia no se quedó en la pequeña pantalla y es que los segmentos ferrosos han tenido tanto éxito en la tele como en su prolongación internetera, donde sus topics se hacían trending y los twitteros comentan, comentamos, la jugada o se pasan a la moviola de revisarlo en la web de TVE.

La manga ancha y la falta de purismo en su minutaje nos ha hecho descubrir o redescubrir a artistazos y temazos, reírnos del snobismo y pasar ratos memorables tarareando o bailando desde los hits más archiconocidos hasta los más desapercibidos, pero hits al fin y al cabo. Y si todo ello fuera poco, sus especiales navideños se han añadido a nuestra lista de tradiciones que no debemos dejar pasar por alto.

Por eso el Torp 1 de la Ruta de esta semana es para la música en la tele y su adalid en estos tiempos, el TORP 1 para el centenario de "Cachitos de hierro y cromo". Y que cumplan muchos más.



martes, 2 de febrero de 2021

MALABBABBA, QUE NO PARE EL TECHNO-QUEER

Hacía ya tiempo que no me encrotraba de lleno con alguna nueva propuesta que me produjera una escucha en bucle y sonrisilla de medio lado pero desde hace unos meses esto se acabó. Fue en el instante que me di de bruces con Malabbabba, el grupo formado por Diego Ferrando, Javier Sagredo y Azucena Martínez. Parto de una premisa, si resulta excesivamente clasificar algo, me gusta, y el trío me lo pone tan difícil a la hora de encuadrarles, que me encantan. Ellos se definen como "sonido Valencia" igual que lo hicieron los bacaladeros en los 90, una referencia absoluta e intocable a compartir con este proyecto sónico. El rap, el techno, el electroclash y ese cajón desastre que llaman música urbana son los difusos parámetros donde se desenvuelven de buena manera. 
La estética, otra parte fundamental de Malabbabba, asume elementos de aquí y de allí, se sienten cómodos en lo queer e incomodan con su descaro a los atrincherados en el muermo y lo ortodoxo. Han sido bautizados, según he podido leer por ahí, como un proyecto techno-queer aunque sólo es  una etiqueta,  nunca justas pero en este caso la injusticia es supina en cuanto a los autores de temas como Malabbabba, Venenosa o Pájara, hechos con la única pretensión de pasarlo bien y salir de fiesta, casi nada.
Son excesivas, son circas y se ríen de todos y de todo, empezando por ellas mismas, de un hater te sacan una canción y aunque llevan unos meses sin publicar temazo, espero que no desistan y pronto bailemos nuevo hit.
Espero que así sea porque ellos son el bacalao del siglo XXI. ¡Hu-ha!