lunes, 29 de octubre de 2012

¿QUÉ PASÓ EN "SONORA"?

En la madrugada del pasado viernes al sábado la tragedia sobrevoló la recién estrenada “Sonora”. Según medios generalistas como “El Correo”, impregnados no pocas veces de sensacionalismo, varias dotaciones de la Ertzaintza tuvieron que acudir a la mencionada discoteca por la sucesión de graves altercados y episodios de violencia. La noticia abrió incluso la edición digital del diario, donde muchos lectores vertían una opinión tendente a criminalizar la juventud y la música de baile. La polémica había saltado ya a las redes sociales donde la cosa parece dirimirse en dos bandos: los que apoyan a “Sonora” y los que despotrican contra ella. ¿Pero qué pasó realmente el viernes noche en Astrabudua? ¿Quién tiene razón? Para empezar diré que yo no estuve allí y que son varias las personas que se han puesto en contacto conmigo para contarme su versión de los hechos. Los unos y los otros parecen tener un punto en común: la Ertzantza actuó bien. Por eso, en unos tiempos donde la policía mete la pata en más de una ocasión, aquí acertó. Mi felicitación para ellos. Según testigos, la noche se empezó a torcer a eso de las 3.00. A esa hora decenas de personas, unas con invitación y otras con entrada comprada, se agolpaban a las puertas del club intentando pasar. Mientras otros, utilizando la picaresca, entraron a la sala por la salida de emergencia. Los responsables, al ver que el aforo estaba a punto de sobrepasarse decidieron no dejar entrar a nadie más y se montó la bronca. Varias personas de la cola comenzaron a lanzar objetos contra los porteros mientras estos insultaron y agredieron, incluso con cadenas según algunos testigos, a los clientes. Lo que nadie acierta a definir es quien empezó primero. A tal punto degeneró la situación que se vieron obligados a cerrar la puerta, sin que la gente de dentro pudiera salir y los de fuera no pudieran recoger las pertenencias o encontrarse con sus amigos. Se produjeron en ese momento avalanchas, situaciones de pánico y nuevas peleas entre clientes y seguridad de la sala. La situación degeneró tanto que se llamó a la Ertzaintza desde ambos bandos. Al final, las luces de la discoteca se encendieron a eso de las cuatro y media para ir desalojando. La fiesta había terminado. Ahora es Interior quien estudia todo lo ocurrido aunque, de momento, no ha visto motivo para la sanción a “Sonora”. La verdad es que esto sólo viene a corroborar el, desde hace relativamente poco tiempo, caos organizativo que viven las discotecas y festivales. En mi vida he visto a nadie negar el paso a quien tiene una entrada pagada o una invitación. Y creo que todo puede derivar de ciertos sistemas que actualmente siguen las salas relacionados con la multiplicación de sus RRPP y el mal uso de las redes sociales. No se si es el caso de “Sonora”-me consta que desde su inicio están siendo muy escrupulosos en todo- o simplemente fue una bronca más de macarras incontrolados, que haberlos haylos. Sea como fuere, en breve me pasaré por allí y como no, os contaré qué se cuece.

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