domingo, 8 de febrero de 2015

DE MATINAL POR BILBAO

Pese a quien le pese, incluido al Ayuntamiento, hace dos sábados me fui de matinal a un local del centro de Bilbao. Sin querer dar muchas señas de su ubicación para no facilitar las cosas a los amantes del prohibicionismo, diré que me lo pasé en grande.

A los platos estaba Jesus Morilloconde, sirviendo música electrónica para que los adeptos al baile no se marcharan a casa. La sala emanaba buen rollo y la clandestinidad impuesta a quienes bailamos en locales mientras el sol brilla, desde hace horas, en el exterior, sólo potenciaba la magia y las ganas de diversión de los allí reunidos. Oscuridad absoluta y cierta discreción hacen de está sala ser una de las referencias en las sesiones matutinas del norte. Un lugar cien por cien recomendable y del que seguro os seguiré hablando. Sinceramente... es único.





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