sábado, 2 de mayo de 2020

CELEBRANDO EL 28 ANIVERSARIO DEL KEY


Cada año, durante estas fechas, celebramos el aniversario de mi lugar noctámbulo favorito, de la que es mi sala fetiche. De un diminuto pub ubicado a escasos metros del Ayuntamiento de Bilbao en una no menos pequeña calle aparentemente anodina en mitad de la noche. Si caminas distraído puede que pases de largo por delante de su puerta aunque sus brillantes neones  llaman la atención, en ellos se ilumina la palabra Key. Desde tiempos inmemoriales este es el nombre del local en cuestión, desde decenios atrás es la llave que abre la puerta a noches de escándalo, libres, divertidas y tolerantes.
En sus últimos 28 años de existencia, los que cumple justo ahora, con Asier Bilbao como jefe de pista, nunca cerró un fin de semana. Por allí toda persona es bienvenida, no existen sesgos, ni prejuicios pero si una única limitación, el respeto al otro. 
Oasis de risas y show, hogar de lo no convencional, de lo extravagante, reducto de románticos como yo, que entienden la noche y la ciudad de una determinada manera y se niegan a que el espectáculo abandone Bilbao, se rebelan a que seamos una ciudad más de provincias y que artistas, promotores y bohemios disfruten y desarrollen sus inquietudes a orillas del Nervión, sin tener que abandonar nuestra Villa y dejarla huérfana de vida más allá de la hora bruja.
Fiel a su cita con bilbainos con ganas de jarana y foráneos con intereses fiesteros, el Key ha subido la persiana de manera ininterrumpida y espoleados desde su escenario nos hemos reído de todo y de todos, empezando por nosotros mismos, haciendo frente al adversidad desde el humor. En estos 28 años nada ni nadie ha conseguido parar su actividad y en ese corrillo porteril hemos degustado tertulias interminables tomándonos un respiro de una vida que a veces resulta áspera pero que  con algo de alcohol y risa siempre pasa mejor. En 28 años ha llovido mucho, más en Bilbao, pero ni guerras, atentados terroristas, ciclogénesis, nevadas, inundaciones o crisis económicas han podido con el espíritu espartano y casi militante, de la lentejuela y plataforma. Ha tenido que aparecer este maldito coronavirus para llevarse por delante la salud y la libertad e intentar doblegarnos pero yo me niego a no celebrar el aniversario del Key. En este nefasto 2020 lo hago de manera diferente, desde casa, lo celebro compartiendo este artículo con vosotros, tomándome un ron-cola y pensando en una vuelta que será apoteósica. Zorionak Key!!



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