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Este es el primer post de una nueva temporada de La Ruta, en concreto, la número 18. Y con este artículo, con el que sumo 639, pretendo darte la bienvenida al nuevo curso bloguero. En los primeros textos intenté contarte la historia de la Ruta del Bacalao y divulgar un fenómeno que había sido vilipendiado por simplificarlo en demasía, tiñiendolo de un amarillo televisivo que no dejaba ver la complejidad y valor que atesoraba. Pronto abrí el abanico discotequero y amplié la temática hasta abarcar una materia casi infinita, la que recoge todo lo relacionado con las pistas de baile. Y así, guiado por la luz destellante de la bola de espejos, escribí sobre drag queens, disco music, raves, deejays, cultura de club y tantas aristas de un mundo que parece no tener fin.
En este espacio he referenciado libros, series, artistas, canciones, escenas, ciudades, clubs... y hemos hecho reportajes y entrevistas. Por aquí han pasado Juio Nexus, Chimo Bayo, Julius MC, Nando Dixkontrol, Joan Oleaque, Kike Jaén y tantos y tantos otros.
¿Cuál es la pretensión en este retorno? Seguir documentando las escenas y fenómenos presentes y pasados que rodean a la música de baile para configurar La Ruta como medio al que acudir para entender un elemento indispensable en la cultura popular desde los años 70 hasta nuestros días. Me encantaría tener una periodicidad mayor a la hora de publicar artículos y sacar el entusiasmo suficiente para grabar entrevistas y reportajes que me encantaría ver en la tele o Internet. Ya sabéis el lema punk del “Hazlo tú mismo”, la premisa que sirvió de brecha inicial para crear este blog. Ha pasado mucho tiempo desde ese primer post pero no el suficiente para que pierda las ganas de continuar contando esta historia, la que suena a ritmo de música de baile. ¡Te doy la bienvenida!
