domingo, 25 de mayo de 2025

LA MÚSICA DE ESOS "OTROS" AÑOS 90

 

Este sábado pasado tuve pinchada en una fiesta de temática retrohits con el objetivo de no dejar parar de bailar a los asistentes. Los temazos que lancé abarcaron desde los años 70 del siglo XX hasta la actualidad y aunque hubo tiempo para la disco music, el house, el rock, la rumba, el pop en español, el electroclash, el electropop, la new wave, el EDM, alguna pachanga que otra y pinceladas de reggaeton, el grueso fue para el eurodance noventero. La última década del siglo tuvo su protagonismo y prevalencia absoluta en la noche de mi sesión, pero sucedió algo que me ha dado para recapacitar y escribir este artículo. 

El hecho es que el formato era propicio para que el personal se me acercara a hacer peticiones y aunque a la mayoría les encantó mi propuesta, hay quien no estuvo conforme porque para ellos mi música no era noventera. Yo en mi cabeza alucinaba, ¿qué hay más noventero que Gala, Sash!, OBK, Ku Minerva, Corona y ese largo etc que os podéis imaginar? Y me dieron la respuesta. Hay quién me hablaba de Green Day, otros de Barricada, de M-Clan e incluso de Gloria Estefan. Y efectivamente tenían razón. 

Los setenta se recuerdan como la década de música disco, los 80 como la del pop y los 90 han llegado a nuestros días como la del dance. Y lo ha hecho contra todo pronóstico porque os puedo asegurar que muchísimas personas no la escuchaban, es más, la repudiaban. Por aquel entonces tuve que escuchar tantas y tantas veces la recriminación de quien no entendía el fenómeno discotequero ni su banda sonora. La crítica aborrecía todo aquel movimiento y se daba por hecho que aquellas canciones eran un producto de usar y tirar, carente de alma y perdurabilidad en el tiempo. Pero precisamente, el tiempo ha sido, una vez más, quien ha quitado y dado razones. Y en cuanto a la música, la nostalgia y el recuerdo han idealizado una década en la que, no todo el mundo iba con plataformas a bailar estilos electrónicos. Esos son mis 90 pero vamos a recordar esos “otros” años 90. 

-El punk mantuvo su inercia ochentera en la década siguiente y, por ejemplo, en Bilbao el RRV y el movimiento de los gaztetxes siguieron teniendo muchísimo empuje. La Polla Records o Negu Gorriak sonaban a todo trapo. 

-En una escena más internacional pero que tuvo sus seguidores, muchos, por cierto, se encuentra el grunge. La evolución del punk hacia este género propició la aparición de Green Day, Nirvana, Pearl Jam y, en cierta medida, Offspring, entre mucho otros. 

-Más rock pero el que interpretaban M-Clan, Héroes del Silencio o Extremoduro. 

-Las Boys Bands, si los 90 te pillaron en la preadolescencia, con guaperas formando grupos como los New Kids on The Block, One DIrection, Jonas Brothers o los Back Street Boys. Y todos con permiso de ellas, las Spice Girls. 

-La salsa y otros ritmos latinos. Una de las asistentes me recordó aquel fenómeno, antes de que se produjera en España una inmigración masiva y el tsunami reggaetonero, de la aparición de pequeñas discotecas y discobares con música latina para ser bailada por autóctonos. Se puso de moda en aquel momento, especialmente en un público más maduro, a partir de los 30, el ir a bailar merengue, bachata y especialmente salsa. Para ella, la que me recordó todo aquel tinglado, Juan Luís Guerra y Gloria Estefan eran dos nombres que tenían que sonar en mi sesión sí o sí. 

Como veis, los 90 no sólo fueron chumba chumba. Y desde luego en el chumba chumba se englobaban cosas tan dispares como la máquina, el trance, house, harddance, ambient, electro, dreams, techno y decenas de estilos e hibridaciones inclasificables.  

Por eso siempre es interesante no simplificar épocas, escuchar a quienes las bailaron y, especialmente, escuchar música de todo tipo para enriquecernos y disfrutar de ella. 

Foto de Jesús Cordero encontrada en Billboard

lunes, 19 de mayo de 2025

MARISKAL Y LA RELACIÓN ENTRE LA MOVIDA MADRILEÑA Y EL OPUS DEI

 

Aunque a la inmensa mayoría nos pueda parecer sorprendente e incluso desconcertante, el Opus Dei tuvo una enorme importancia en la modernidad musical. Y es que uno de los capítulos más desconocidos y paradójicos de la historia musical contemporánea en España es el que relata la conexión que existió entre el Opus Dei y los grupos rockeros previos a la Movida. 

Todo comenzó cuando Mariskal Romero, un inquieto joven que ejercía de agitador cultural buscaba en los años 70 del siglo XX una discográfica que le apoyará en su entusiasmo por desarrollar y promocionar el rock español. Recibió el rechazo de múltiples empresas hasta que topó con los dueños de Zafiro y logró, pese a ser una discográfica perteneciente al Opus Dei, crear un sello con grupos de este género. Antonio Ortega, Luís Soler y especialmente Carmen Grau fueron los empresarios que apoyaron a Vicente Mariskal en la creación de Chapa Discos y promover múltiples bandas como Leño, Barón Rojo, Obús, Ñu, Paracelso y el Gran Wyoming, Mermelada... entre otros. 

El interés de los integrantes de Zafiro siempre fue económico y les espantaba tanta cochambre y greña, pero mientras los grupos no se metieran con la Iglesia ya les parecía suficiente más que suficiente. 

Así, mientras el Franquismo daba sus últimos coletazos, unos empresarios del Opus y muy, muy de derechas financiaban un sello musical que defendía todo aquel fenómeno, protomovida, que se vino a llamar El Rollo o lo que es lo mismo, unos valores de libertad y democracia, tal y como cuenta Mariskal Romero en diferentes entrevistas. Algunos de los grupos eran incluso públicos defensores del comunismo, pero todo eso daba igual. 

Ya previamente, la discográfica madre, Zafiro, había publicado a otros grupos que eran avanzados en esto de la modernidad como Mocedades y Los Brincos, pero el rock de nuevo cuño era demasiado y es por ello por lo que decidieron crear un subsello que no llamara tanto la atención. Además, les dijeron a los grupos que no se acercaran mucho por las oficinas de la discográfica y unas mínimas limitaciones en cuanto a la letra, ambas cuestiones eran los mínimos condicionantes para que gentes de la Iglesia dieran cancha a la nueva juventud rebelde integrada en el rock. 

Poco más se sabe de esta conexión Iglesia-rock, de la que sin su existencia géneros como el punk o el heavy lo hubiesen tenido mucho más complicado a la hora de salir adelante en nuestro país. Por su parte, Mariskal siempre estuvo muy agradecido por el apoyo prestado de una gente con la que nada tenía que ver ideológicamente, pero apoyó un movimiento contestatario, un sustento que nunca recibió de los sectores más progresistas y que le dio definitivamente la espalda con la llegada del PSOE al poder, quien se echó a los brazos de la movida madrileña y el pop, una corriente que entiende es mucho más asimilable y dócil. En definitiva, una historia debidamente guardada a la que nadie le interesaba airear y que precisamente la convierte en mucho más atractiva por ser ajena a dogmas y maniqueísmos. 

Fuente foto: Rock FM