domingo, 21 de noviembre de 2021

IAN LEVINE, EL DJ QUE REINVENTÓ LA DISCO MUSIC

 


A finales de los años 70, cuando la música disco comenzaba a ser una música apestosa para muchos, en el norte de Inglaterra un deejay llamado Ian Levine tuvo que escapar de la dura escena Northern soul con destino al sur, a Londres concretamente, y lo hizo propociado por un único motivo,su afán por empezar a pinchar disco music. En su tierra se le consideró un traidor que se vendió a estos sonidos y fue víctima de una campaña de rechazo y acoso a través de la cual muchos asiduos de la discoteca donde residía comenzaron a portar chapas en la solapa en las que se podía leer "Levine fuera". El propio Ian llegó a entonar el mea culpa con el paso de los años al comprender que la música que acabó reproduciendo en sus sesiones perdió mucha originalidad, algo que, en una escena tan auténtica y especial como la Northen, nunca se lo llegaron a perdonar. Pero con el transcurrir del tiempo, Levine fue evolucionando y se desquitaría del repudio clubbing al ser una de las piezas claves para que se produjera la aparición de un nuevo estilo sónico, la llamada Hi-Energy. Una música heredera de los sonidos disco pero tremendamente conectada con el impetú y potencia de los sonidos Northen. 

Al llegar a Londrés, Ian Levine se hizo con los mandos de la cabina de la sala Heaven y lo convirtió en el club gay más importante de la ciudad, del país y seguramente de Europa. Según el deejay, aquel lugar "era electrizante". Miles de personas acudían cada fin de semana para desgastar la pista con temazos rápidos, metálicos, brillantes... Se sacó brillo a la disco music, se la robotizó, blanqueó y despojó de su pegajosidad. Pronto se diseñó un sonido propio y exclusivo para pinchar en Heaven, que volvía loco a su público, que le excitaba, potenciaba la belleza y la sexualidad pero sin caer en el ñoñerío de la ya superada disco music. El problema resultó ser que Levine era incapaz de encontrar trascks suficientes para saciar las ganas de baile que aumentaban cada fin de semana entre su audiencia. Lejos de bajar el nivel como le ocurrió en el Norte, empezó a crear sus propios temas. "So many men, so little time" fue el primero y gustó, ¡vaya qué si gustó! En 1983 vendió dos millones de copias y retrató el nuevo sonido lleno de sintetizadores con un beat potente y sonoro. Tras varios éxitos producidos por Levine, llegaría el pelotazo definitivo que terminó por bautizar lo que ya era una escena que desbordaba el underground de los clubs gays de medio mundo para ser asimilado por el mainstraim.  El disco se llamó Hi-Energy y dió nombre a un generó que inundó los éxitos pop de la segunda mitad de los 80, el mismo momento en el que el underground volvía a estallar creativamente con el nacimiento de nuevos hijos de la fértil música disco, eran el house, el garaje, el techno o el acid.


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