martes, 21 de mayo de 2024

DISCO, IBIZA, LOCOMÍA

 

Dentro del fenómeno nostálgico, que parece no tener fin, a la hora de revisitar los años 80 y 90 del siglo pasado hay un interés inusitado por Locomía. Aquel, a priori, efímero grupo que volvía locas a las chicas con sus coreografías llenas de abanicos tenía mucha más historia y trasfondo del que todos pensábamos en la recién estrenada década noventera. 

Y el último capítulo remembero del asunto es el esperado estreno del largometraje que cuenta la historia del grupo. “Disco, Ibiza, Locomía” es el título de la película estrenada la semana pasada y que no he podido esperar mucho para ir a verla. 

El trabajo intenta ser fiel a la realidad y lanza datos en cuanto a fechas, lugares, personas... evidenciando el esfuerzo de sus responsables por, más allá de entretener, dar a conocer el asunto sin desviarse mucho de la realidad. Por ejemplo, integra en todo momento a uno de los componentes imprescindibles como lo fue Lurdes Iribar, la total desconocida para el gran público de la época. Explica perfectamente como la brecha inicial de todo el embrollo venía dada por la pasión por el diseño de moda. Y tampoco rehúsa a reflejar de manera explícita el entorno liberal y festivalero que rodeaba al grupo en cuanto a drogas y sexo no convencional.  

Por otra parte, me resulta demasiado rápida la trama, el planteamiento de abordar la historia desde una perspectiva de comedia y el final con moraleja, tipo Disney, no me terminan de convencer, aunque es una opinión muy personal. Y es que entiendo que lo prioritario haya sido entretener al espectador utilizando para ello una historia real. Reconozco que, para un descreído de la ficción y amante de los documentales, salí más que contento del cine. Y desde luego, en cuanto a pasar un buen rato, los creadores de la peli lo han conseguido porque su visionado se pasa en un suspiro. Y eso significa que engancha y el fin último se ha logrado. La frescura de la cinta me flipa, la incorporación de trazos dibujados o los flashbacks continuos son elementos que me han gustado mucho. También la música y su importancia capital en todo este asunto. Se ha tratado el mundo de las discotecas y la dance music con respeto y conocimiento, algo que, por desgracia, llama la atención. 

Y sobre todo estoy feliz por ver a nuestros creativos, directores y productores, como Kike Maíllo, atreverse a contar historias españolas, tan nuestras, sin complejos. Me enorgullece que La Veneno, Locomía, la Ruta del Bakalao, Miguel Bosé, Angel Cristo y Barbara Rey por poner algunos ejemplos cercanos al mundo de la música y el espectáculo, que tanto me apasiona, tengan sus series o películas. Porque hasta hace muy poco, parecía que sólo el mundo anglo podía producir trabajos interesantes y entretenidos de aspectos referidos únicamente a su cultura popular, devaluando al resto. Pero en los últimos tiempos hemos demostrado que en España existen historiones por contar, biopics maravillosos por desgranar y espectadores a los que nos encantan devorarlos.  

No hay comentarios: